Tiempos para educar
urante decenios, los niños franceses fueron a la escuela lunes y martes, descansaron los miércoles, regresaron a clases jueves, viernes y medio día del sábado: en total 28 horas semanales de clases repartidas en cuatro días y medio (los maestros trabajan dos horas más en preparar clases y corregir tareas). Estos horarios consideraban que el niño debía tener una pausa por dos días o dos días y medio de estudio. Pero conforme las capas medias de la sociedad gala tuvieron mayores posibilidades para salir los fines de semana, cuestionaron horarios que les quitaban un medio día de descanso y además obligaban a uno de los dos progenitores a contratar ayuda los miércoles para cuidar a sus hijos.
Por otra parte, pero en la misma lógica de dar descansos frecuentes entre periodos muy cargados de estudios, el calendario escolar anual contiene 32 semanas (alrededor de 144 días) que se alternan, más o menos, en cinco semanas de clases por dos de vacaciones: las de Todos Santos entre octubre y noviembre, las de Navidad entre diciembre y enero, las de Invierno entre febrero y marzo y las de Primavera en mayo. Mientras que las Grandes Vacaciones duran julio y agosto. De este modo, Francia es el país que tiene menos horas de clases dentro de la Comunidad Europea, y sin embargo los niveles educativos han estado siempre entre los más elevados.
No deja de ser interesante que fuera el gobierno de derecha de Nicolas Sarkozy el cual en 2008 disminuyó las horas y días de clases en el nivel de educación básica, dando así gusto a quienes tienen el privilegio de pasear los weekend a costa de una reducción de 4 horas en el tiempo escolar de los sábados. Mientras que ahora, una de las primeras cosas que se propone hacer el nuevo gobierno de izquierda, presidido por François Hollande, es regresar al sistema anterior. Propuesta que cuenta con una mayoría de apoyos, pero 55 por ciento en contra entre los comerciantes.
Yuriria Iturriaga