Don Andrés Guevara señala que es el único que queda de los defensores del lugar
Desde hace más de dos décadas el embalse recibe el drenaje del Reclusorio Sur
Jueves 31 de mayo de 2012, p. 37
Luego de 25 años de lucha para salvar la presa de San Lucas Xochimanca, ubicada en la delegación Xochimilco, don Andrés Guevara, a sus 72 años, afirma ser el único viejo que queda
de los que empezaron a pelear porque se rescate
lo que un día fue un hermoso lugar y ahora se ha convertido en la letrina más grande del Distrito Federal
.
Con la piel morena, quemada por el sol y problemas en la cadera y columna, se siente fuerte. Con las manos, que resienten las huellas del tiempo y del trabajo, sostiene un palo de madera para abrirse paso entre la basura que lo rodea mientras camina entre botellas, bolsas de plástico y llantas.
Hace más de dos décadas la presa del pueblo recibe el drenaje del Reclusorio Preventivo Varonil Sur y además, afirma don Andrés, la presa se ha convertido en un depósito ilegal de basura.
La gente tira su basura aquí, el agua viene con excremento y orines, hay animales muertos, de todo.
El olor de los desechos se percibe todo el tiempo, aunque entre las dos y tres de la tarde, asegura, es insoportable
.
Luego de hacer manifestaciones, acudir a instancias locales, como el Gobierno del Distrito Federal, la delegación Xochimilco, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM) y federales, como la Comisión Nacional del Agua, donde, asevera, el titular de ésta, José Luis Luege Tamargo, claramente
le expresó que el problema no es de su competencia sino de la delegación
. Para don Andrés, sólo se echan la pelota unos a otros
.
En todos estos años, dice, han llegado personas de la delegación y uno o dos días sacan basura y limpian, pero el problema de fondo no lo solucionan
; las autoridades le han dicho que existen varias soluciones
para el problema de su comunidad, pero del dicho al hecho hay mucha distancia y no lo arreglan
.
Los vecinos afirman que el lugar es un foco de infección para los habitantes, que sufren las consecuencias con problemas como conjuntivitis, gastrointestinales
. Relata que una niña, cuya madre es la dueña de un puesto de periódicos en una de las orillas de la presa, agarró un virus después de estar expuesta a esa porquería
, aseguró don Andrés.
La solución es simple y posible
, aseveró el hombre de 72 años: encaucen desde el Reclusorio Sur la salida del drenaje
.
Hoy, a don Andrés le preocupa que este problema llegue a más generaciones: Yo ya estoy viejo, todos los que empezaron conmigo esta lucha ya no están, ahora hay jóvenes que toman la iniciativa y ellos seguirán pelando por su pueblo y exigiendo que las autoridades arreglen esto
.
Después de contemplar la presa dice que recuerda cuando había patos y garzas. Este lugar era una belleza, una fuente de vida, un pulmón para la ciudad. Ahora mire nomás, es todo lo contrario
, lamentó.