Alrededor de 21 años transcurren, en promedio, antes de que un fumador intente dejar el hábito. En ese tiempo habrá gastado 89 mil pesos en la compra de cigarros –por un consumo de dos cajetillas a la semana–, monto que se agrega a la inversión que realizará el sector salud en la atención de enfermedades asociadas con el tabaquismo, calculada en 45 mil millones de pesos al año, señaló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En un informe con motivo del Día Mundial sin Fumar, que se celebra el 31 de mayo, el organismo resaltó, con base en la Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos 2009, que 16 por ciento de los mexicanos mayores de 15 años de edad fuman; aproximadamente hay una mujer fumadora por cada tres hombres, y son ellos quienes presentan el porcentaje más alto entre los ex fumadores (21 por ciento).

Los datos indican que 69.4 por ciento de la población nunca ha fumado (ocho de cada 10 mujeres y cinco de cada 10 hombres), pero el mayor aumento en el consumo se registra entre adolescentes y mujeres. De hecho, las estrategias de las tabacaleras están dirigidas a estos sectores, lo que plantea un riesgo para la salud.

Según el Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas de Estados Unidos, ellas tienen mayores problemas para dejar de fumar, y si lo hacen suelen reincidir; esto se debe a que los remplazos de nicotina usados en programas para dejar de fumar no resultan eficaces para controlar su deseo de fumar, además de que presentan en mayor proporción el síndrome de abstinencia y preocupación por aumentar de peso.

La información del Inegi menciona que mientras más jóvenes sean las personas que empiezan a fumar más fácil es que se vuelvan adictos a la nicotina y, por tanto, mayor el riesgo de que presenten algún padecimiento.

De hecho, refirió datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según la cual los fumadores mueren de cáncer, cardiopatías, asma, entre otras enfermedades. El tabaquismo es causa de casi 6 millones de muertes al año y, de seguir esa tendencia, para 2030 la cifra aumentará a más de 8 millones anuales.

El consumo de tabaco es un factor de riesgo en seis de las ocho principales causas de defunción en el mundo, con lo que se puede decir que el tabaco mata a 50 por ciento de las personas que lo consumen, de acuerdo con la OMS.

En cuanto a carga de enfermedad, el Inegi señaló que los males más frecuentes entre hombres, vinculados con el hábito de fumar, son las afecciones isquémicas del corazón (30.6 por ciento), cerebrovasculares (21.1) y la neumonía (16.6).

Entre las mujeres cita la ruptura prematura de membranas (34.9 por ciento), enfermedades cerebrovasculares (15) y las isquémicas del corazón (13 por ciento).