Rajoy y el PP frenan en el Parlamento la integración de una comisión investigadora
Renuncia el gobernador del Banco de España
El mercado bursátil sigue en picada
Se mantiene en 511 puntos la prima de riesgo
Miércoles 30 de mayo de 2012, p. 2
Madrid, 29 de mayo. El Ejecutivo español, encabezado por el conservador Mariano Rajoy, se niega a formar una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados sobre la quiebra de Bankia, la entidad financiera española que solicitó un rescate público de 23 mil 500 millones de euros.
Rajoy y el derechista Partido Popular (PP) aplicaron su mayoría absoluta para bloquear tanto la indagación parlamentaria como la comparecencia del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez –a petición del propio funcionario– quien, tras reunirse con el mandatario, decidió presentar su dimisión, que se hará efectiva a partir del próximo 11 de junio.
Estas turbulencias políticas y financieras atizaron la debacle en el mercado bursátil de los principales bancos españoles, de la petrolera Repsol y de la espiral de degradación de la prima de riesgo de la deuda pública, que se volvió a situar arriba de los 500 puntos.
Bankia (antes Caja Madrid) está en quiebra, por lo cual los directivos solicitaron al Fondo de Estructuración Ordenada Bancaria (FROB, alimentado con dinero público procedente de España y Europa) un fondo de rescate de 23 mil 500 millones de euros en total, si se suman los 4 mil 500 que recibió en diciembre pasado y los 19 mil que está por recibir por conducto del gobierno de Mariano Rajoy. Es el mayor rescate a una entidad financiera en la historia de España y, por el momento, también de Europa desde la irrupción de la crisis en 2008.
La gravedad de la situación, según los expertos, pone en riesgo al conjunto del sistema bancario y al propio Estado español, cuyos avales a las entidades financieras superan los 133 mil millones de euros.
Rajoy y el derechista PP se niegan a abrir una comisión de investigación, a indagar las razones –o al menos hacerlo públicamente– de la quiebra de la entidad financiera, así a como deslindar responsabilidades tanto en los órganos reguladores como en los propios ejecutivos de Bankia, que hasta hace unas semanas estaba presidida por Rodrigo Rato, ex vicepresidente económico del gobierno de José María Aznar (1996-2004) y ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El reclamo ciudadano y de la mayoría de los partidos políticos con representación parlamentaria no sirvió para que el Ejecutivo español accediera a actuar con transparencia en la inyección millonaria para el rescate de Bankia, así como para conocer las razones de la quiebra y del supuesto fraude contable que le permitió, entre otras cosas, empezar a cotizar en bolsa hace un año, al declarar un beneficio del grupo de 41 millones de euros, cuando en realidad había registrado pérdidas por más de 3 mil millones, según se supo ahora.
Las dudas suscitadas por la quiebra de Bankia obligó al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, a solicitar, a petición propia, una comparecencia en el Parlamento para detallar su actuación y, probablemente, presentar los informes técnicos que avalaron la cotización en bolsa del grupo financiero.
Pero también el PP y el gobierno de Rajoy decidieron bloquear la declaración, a pesar de que estaba programada en la subcomisión de seguimiento del FROB y sería a puerta cerrada. El argumento del gobierno es que sería contraproducente
la comparecencia de la máxima autoridad financiera y bancaria del país, ya que alentaría la confrontación política
.
La tensión y las discrepancias entre el gobierno de Rajoy y el Banco de España han llegado a tal extremo que Fernández Ordóñez decidió tirar la toalla y presentar su renuncia, que se hará efectiva el próximo 11 de junio, un mes antes de la fecha prevista para su salida. La decisión se hizo pública después de una reunión del gobernador con el mandatario español, quien ya había cuestionado varias veces su actuación.
El presidente del gobierno ha entendido que esta decisión favorece una transición ágil y eficiente en el puesto de gobernador y servirá para que el Banco de España siga aportando su conocimiento y profesionalidad en la resolución de los problemas de nuestra economía y su sistema bancario
, explicó en el comunicado de su renuncia.
Mientras atizan los conflictos políticos y financieros en la cúspide del poder, el mercado bursátil continúa su espiral de pérdidas, sobre todo arrastrada por Bankia, que sólo hoy añadió un 13 por ciento de pérdida de su valor, así como del resto del sistema bancario y de la petrolera Repsol, muy castigada por los inversionistas desde la expropiación de YPF por el incumplimiento de acuerdos con el Estado argentino.
Además, para completar el pésimo diagnóstico de la economía española, la prima de riesgo se mantuvo en 511 puntos, su máximo histórico y una de las peor situadas de la Unión Europea (UE), sólo superada por Grecia, Portugal e Irlanda.