Bridget Tichenor se titula la primera gran exposición de esta pintora surrealista, nacida en París de padres ingleses, arraigada en México a partir de 1953, que organiza el Museo de la Ciudad de México y que fue inaugurada hace unos días.

En el recinto de Pino Suárez 30, Centro Histórico, se exhiben 157 obras (111 óleos, dos collages y 44 dibujos) que representan 40 o 50 por ciento de su obra que se calcula en menos de 300 piezas, manifestó Carlos de Laborde, amigo de la artista y uno de los 18 coleccionistas privados que prestó obra.

La museografía es del también amigo de Tichenor, el pintor Pedro Friedeberg, y se cuenta con el documental Rara Avis, con dirección de Tufic Makhlouf, realizado en 1985.

Si la muestra comprende básicamente su obra realizada aquí, es porque la artista cuyo apellido paterno era Bate, al llegar a México –ya había venido con anterioridad– para divorciarse de su segundo marido, Jonathan Tichenor, cae en una bolita de artistas e intelectuales que la ponen a pintar más seriamente, aseguró De Laborde.

En esa bolita figuraban también Leonora Carrington y Alan Glass.

Imaginario onírico y esotérico

Modelo de Coco Chanel, donde trabajó su madre, Bridget Tichenor (1917-1990) se crió en ls ciudades de Londres y Roma, estudió en la Art Students League de Nueva York, fue editora de modas de la revista Vogue, y al dedicarse por completo a la pintura desarrolló una técnica pictórica basada en los grandes maestros del Renacimiento italiano, con un imaginario onírico y esotérico sumamente personal, anotó Cristina Faesler, directora del Museo de la Ciudad de México.

Tímida cuando se trataba de exhibir su obra, la sobrina de Edward James exponía año tras año en la galería de Antonio de Souza, y cuando éste anunció el cierre de ese espacio cultural, la pintora dijo que ya no iba a mostrar sus obras.

Hizo un par de muestras adicionales en la desaparecida Galería Pecanins y justo antes de su muerte montó otra en el Instituto de Bellas Artes de San Miguel de Allende.

Por lo mismo el nombre de Bridget Tichenor no es tan conocido. Sin embargo, hay obra suya en la exposición In wonderland... , de mujeres artistas surrealistas en México y Estados Unidos, organizada por el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, que vendrá al Museo de Arte Moderno en octubre. Ese mismo mes, pero en el Museo Nacional de Arte, se incluirá obra suya en otra exposición surrealista.

En México, Tichenor se refugió con mucha frecuencia en el rancho Contembo, ubicado en Ario de Rosales, Michoacán, cuya arquitectura y paisaje permearon su pintura.

Quehacer dibujístico

Entre 1982 y 1984, Tichenor vivió en Roma y ejecutó una serie de pinturas intitulada Máscaras: guías espirituales y deidades duales. Muchos de estos cuadros son una especie de autorretrato.

La museografía de la muestra refleja el gusto que tenía Tichenor por exhibir los objetos en su casa, en grupos. “No colgaba nada simétricamente –apuntó De Laborde.

Siempre me decía que tenía que colgar las cosas en una línea de focos y el primer foco no es forzosamente en el centro.

La segunda sala de la exposición en el Museo de la Ciudad de México está dedicada al quehacer dibujístico de Tichenor, ya que cultivaba el automatismo, entre otras técnicas.