Norberto Rivera encabezará la delegación de creyentes que asistirá a Milán
la familia, el trabajo y la fiesta
Analizarán las reformas laborales que hacen que cada vez haya menos tiempo para convivir
Domingo 27 de mayo de 2012, p. 35
En el séptimo Encuentro mundial de las familias, que se realizará en Milán, Italia, del 30 de mayo al 3 de junio, la delegación mexicana estará integrada por cerca de 30 obispos, más de medio centenar de sacerdotes y diversos grupos de católicos, quienes participarán en los análisis del tema central, La familia: el trabajo y la fiesta.
Manuel Corral Martín, secretario de relaciones institucionales de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), precisó que en el encuentro, en el que estará presente el papa Benedicto XVI, se evaluarán los retos y perspectivas de las familias ante los cambios sociales, así como la necesidad de combinar el trabajo y el esparcimiento entre los integrantes de dicha institución.
Habrá un llamado de la Iglesia a considerar la importancia de los espacios de recreación y descanso para la familia; que haya tiempo para conciliar a ésta y el trabajo, el cual a veces absorbe a sus integrantes y les impide dedicar, por ejemplo a los padres, el tiempo necesario a sus hijos
.
Fuentes de la Arquidiócesis de México resaltaron que se analizarán las políticas laborales que provocan que cada vez haya menos tiempo para la familia
, pero también la necesidad de que sus integrantes cuenten con empleos que les permitan desarrollarse.
Este lunes parte a Milán la delegación que estará encabezada por el cardenal Norberto Rivera Carrera, integrante del Consejo Pontificio para la Familia y presidente de la Comisión Episcopal para Familia, Juventud y Laicos de la CEM.
La Iglesia católica ha hecho hincapié en que la familia es indiscutiblemente la base formativa para la vida personal y social de cada ciudadano
y advierte que sin ese órgano, todo se hace más complicado y difícil”.
Agrega: De la calidad de la familia depende la de la sociedad
y plantea que la denominada disfuncionalidad
de esa institución es el primer causante del resquebrajamiento social
, por lo que “sin una sana familia, detrás de cada persona no habrá inyección alguna de valores morales y mucho menos ejemplos de vida a imitar.
Es incuestionable la correlación existente entre la inestabilidad familiar y los problemas sociales de la criminalidad organizada, inseguridad generalizada, drogadicción, alcoholismo y delincuencia común.
El sacerdote Cipriano Sánchez García, titular de la Comisión de Pastoral Familiar de la Arquidiócesis de México, señaló hace pocos días al semanario Desde la fe que la temática del encuentro que tendrá lugar este año en Milán “es muy adecuada porque refleja los ámbitos en los que vive la familia.
El trabajo, con sus responsabilidades, sus rutinas, sus horarios y sus posibilidades de realización de la persona, como también los riesgos que representa de alienación, de frustración, de pérdida de identidad. Hablar de la familia en el trabajo y la fiesta es poner ante la consideración de sus miembros y de quienes trabajan pastoralmente con ella la necesidad de volver a darle a los ámbitos más cotidianos un sentido lleno de humanidad que la moderna cultura ha ido despojando a base de materialismo
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