San Luis Potosí, SLP, 25 de mayo. La desigualdad y la pobreza son problemas ancestrales de México que deberán ser superados por el gobierno federal que iniciará el primero de diciembre, enfocándose primordialmente a la juventud, afirmó José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México.

El funcionario ofreció una conferencia en la clausura del 13 congreso de la Barra Mexicana Colegio de Abogados. En rueda de prensa se refirió al movimiento juvenil #YoSoy132, al que calificó como una respuesta legítima de los jóvenes frente a las condiciones de México.

Es absolutamente, insisto, legítimo, es absolutamente explicable, es lógico y celebro que los jóvenes, como yo los he visto, al menos los jóvenes universitarios, comprometidos con su país, preocupados por su futuro y dispuestos, dentro del margen de libertad que tiene este país, a tener las participaciones necesarias, remarcó.

“Lo que sí me consta –enfatizó– es que el resultado, la actitud madura, la extensión de este movimiento en muchos sitios del país y una respuesta de preocupación en muchos sentidos, incluida, ustedes lo saben, una de las demandas iniciales de ellos, que tienen que ver con los medios de comunicación.”

Entre las estadísticas que mencionó Narro Robles está la referente a que mientras el uno por ciento de los mexicanos más acaudalados acumula 8.1 por ciento del total de los ingresos disponibles, el uno por ciento de los más pobres sólo obtiene el 0.07 por ciento, 115 veces de diferencia, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

Ante la audiencia que lo escuchó en el Centro Cultural Universitario Centenario, Narro Robles citó datos del Consejo Nacional de Evaluación y dijo que existen 52 millones de mexicanos pobres y casi 12 millones de ellos en pobreza alimentaria o pobreza extrema.

Estos datos nos muestran con claridad los agudos contrastes que caracterizan a la sociedad mexicana. Por ello es impensable que se pueda dejar de lado la vocación social del Estado mexicano, por ello se requiere de una política social activa, por ello se requiere del gasto público suficiente orientado a combatir la pobreza y a reducir la desigualdad. Se requiere, en pocas palabras, que los derechos sociales protegidos por la Constitución no sean sólo declarativos sino que se cumplan, que sean exigibles y que alcancen a toda la población, y en particular en la actualidad a los más necesitados, remarcó.

Durante su conferencia afirmó que entre 1950 y 2012 la población total México pasó de 26 a 112 millones, lo cual ha obligado a que el Estado mexicano tenga que proporcionar servicios públicos y mejores condiciones de vida a una población que se multiplicó cuatro veces en un periodo muy corto.

“Esto se logró porque el Estado nacional ha tenido una vocación social que tenemos todos la responsabilidad de fortalecer, que no puede ni debe debilitarse, y no debe hacerlo porque en México la desigualdad y la pobreza han formado parte de nuestros males más antiguos y estructurales, que tienen como origen una mala distribución del ingreso y también la falta de bienes y servicios sociales.

La desigualdad y la pobreza se engendran a partir de un círculo vicioso que no termina si no hay una intervención directa y decidida por parte del Estado nacional, afirmó.