¡No se muevan, caiga quien caiga!
, la consigna para impedirles el paso
Domingo 27 de mayo de 2012, p. 6
Guasave, Sin., 26 de mayo. Una treintena de integrantes del Movimiento #YoSoy132 fue agredida por un centenar de jóvenes militantes del PRI, quienes les impidieron el paso y los obligaron a retirarse después de destrozar sus pancartas y empujarlos afuera del estadio de beisbol Francisco Carranza Limón.
El conato de bronca fue por la calle Adolfo López Mateos, a pocos metros del estadio, casa del equipo de beisbol Algodoneros, en la ciudad de Guasave, donde se llevó a cabo el mitin de Enrique Peña Nieto, candidato del PRI a la Presidencia.
Los manifestantes se reunieron en la zona conocida como El Indio, cerca del centro comercial Plaza Ley, y de ahí partieron hacia el estadio, donde fueron recibidos por un grupo de jóvenes que ya los esperaban, entrelazados e iracundos. ¡Hay que impedirles el paso! ¡No se muevan, caiga quien caiga!
, gritó uno de ellos, quien aparentemente los dirigía.
Los inconformes llevaban pancartas con leyendas como Yo no vine por mi torta, vine por mis huevos
, ¡Ya basta!
, Queremos menos telenovelas y más escuelas
, Somos informados, no somos acarreados
, y Soy #132 Guasave
, y advertía: ¡Si hay imposición, habrá revolución!
.
Los priístas, que cada vez rodeaban más a los inconformes, les respondían a coro: ¡Están pagados!
, y ¡Fuera!
. Uno de los del grupo afin a Peña Nieto arrebató la pancarta a una joven y la destrozó, y después el grupo de choque empezó a acorralar a los manifestantes y a obligarlos a retroceder.
Rodolfo Garay, del Movimiento #YoSoy132, manifestó que no era su intención provocar, pero fueron recibidos con insultos y empujones, a pesar de que nosotros venimos a manifestarnos libremente, ellos nos están agrediendo, y aun así no vamos a caer en provocaciones
.
Uno de los dirigentes de la turba de priístas, entre quienes había menores de edad, dijo que ellos no impidieron el paso, sólo evitaron que hubiera actos contra su candidato presidencial. El hombre tenía inscrito el nombre de Feliciano en la camisa.
Los jóvenes priístas también reclamaron a los periodistas por las preguntas que hacían. Una reportera de un noticiario radiofónico también recibió empujones y agresiones verbales; en el incidente no intervinieron policías y tampoco hubo lesionados ni detenidos.