En disputa durante años, el predio La Montada, ubicado en Iztapalapa, será convertido en el Centro-oriente Juárez, en el que se pretende levantar 10 mil viviendas, un centro comercial, edificios de oficinas, áreas verdes y estacionamientos, para revitalizar esta zona de la ciudad.

De acuerdo con el plan maestro realizado por el Instituto de Vivienda y la UAM Xochimilco este proyecto se llevaría a cabo con inversiones públicas y privadas. En este sitio se pretende integrar a familias que han vivido durante más de 20 años en dicha demarcación en campamentos irregulares o en sitios de alto riesgo por grietas.

En 2006, más de medio millar de familias pertenecientes a organizaciones sociales, fueron desalojadas de este terreno, que cuenta con una superficie de 120 mil metros cuadrados, aproximadamente. Desde entonces, luego de un acuerdo con las autoridades capitalinas, se mantuvieron en los alrededores del predio, custodiándolo.

El plan maestro, presentado recientemente en la Asamblea Legislativa, tiene una proyección hacia 2021, y está dividido en cuatro etapas. En la primera de ellas se tiene previsto darle prioridad a la construcción de las primeras dos mil viviendas que albergará este centro.

En otra de las etapas se tiene contemplado incluir un hospital, una estación de bomberos, una escuela de bachillerato, un museo y teatro.

En entrevista, la diputada del PRD Karen Quiroga detalló que las familias que serán beneficiadas con este proyecto han vivido durante años en campamentos irregulares, sin ningún tipo de servicios y en condiciones de pobreza extrema, pero también se incluirán aquellas provenientes de sitios de alto riesgo.

Aseguró que ya existe un acuerdo con 12 organizaciones sociales que tienen resguardado el predio, ubicado en el Eje 5, entre Guelatao y Rosario Castellanos, en la colonia Renovación, para llevar a cabo este desarrollo habitacional, e incluso, han participado en la planeación del mismo, a tal grado, que las viviendas están diseñadas en conjuntos exclusivos para cada agrupación.

Este es el último lugar de Iztapalapa donde se puede edificar, porque todos los sitios donde no hay riesgo ya están ocupados o no hay garantías para otorgar los servicios, sostuvo la asambleísta.