Nueva York, 23 de mayo. Al parecer, una cubana experta en políticas de salud y sexualidad es percibida como una mujer muy peligrosa por políticos estadunidenses que han denunciado su presencia en este país para atender foros académicos e intercambios con intelectuales y sociedad en general.

La visita de Mariela Castro ha provocado alarma entre políticos de ambos partidos que han criticado al gobierno de Barack Obama por darle una visa.

Participará en una mesa sobre diversidad sexual en el congreso de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA por sus siglas en inglés) en San Francisco esta semana, donde intervendrán aproximadamente 76 de sus colegas cubanos, y asistirá a un foro público en la biblioteca pública de la ciudad de Nueva York la próxima semana. Casi todos los cubanos, incluida Castro, han visitado Estados Unidos anteriormente como parte de intercambios académicos, aunque esta vez el Departamento de Estado negó la visa a seis u once de ellos sin dar explicación.

De inmediato, políticos cubanoestadunidenses expresaron su repudio a la decisión de permitir el ingreso de la experta al país; el senador Marco Rubio afirmó que era vergonzoso al calificar a Mariela Castro como brazo del régimen que viene a difundir propaganda antiestadunidense. No faltaron las voces de los representantes Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz Balart, todos de Florida, y el senador por Nueva Jersey, Robert Menéndez, quienes con retórica hiperbólica acusaron a Obama de otorgar visas a los más altos niveles del gobierno cubano. Pero también se sumaron otros fuera de la comunidad cubanoestadunidense.

El Comité Nacional Republicano (la cúpula del partido) emitió un comunicado: Obama pone alfombra roja a la familia de Castro. Otras agrupaciones denunciaron que el presidente daba la bienvenida a una comunista. El candidato presidencial republicano, Mitt Romney, declaró estar muy perturbado por la decisión de permitir que Mariel (sic) Castro, hija de Raúl Castro, viaje a Estados Unidos, y agregó que mientras ese régimen niegue derechos humanos y tenga a un estadunidense preso, no deberíamos dar la bienvenida a la hija de un dictador. Más allá de no poder decir su nombre correctamente, Romney buscó usar la visita de Castro para sus propósitos electorales, ya que Florida es un estado clave en su pugna contra Obama por la Casa Blanca.

En imagen de archivo, Mariela Castro, experta en salud y sexualidadFoto Ap

Además de Menéndez, otros demócratas rompieron con Obama por este asunto, aunque se entiende ya que provienen de Florida. El senador Bill Nelson y la presidenta del Comité Nacional Demócrata y representante federal Debbie Wasserman Schultz criticaron la decisión. Permitir que la hija de Raúl entre a Estados Unidos cuando ese régimen aún tiene a Alan Gross no tiene sentido, declaró Nelson al Miami Herald, en referencia al estadunidense que fue enjuiciado y cumple una condena en Cuba por violar las leyes de ese país como contratista del gobierno de Estados Unidos.

Pero Wasserman recordó que Obama no puede ser criticado sin recordar que el gobierno de su antecesor, George W. Bush, otorgó visas a Castro en tres ocasiones, algo que ninguno de los republicanos denunció en ese tiempo (2002).

En tanto, Mariela Castro, directora del Centro Nacional para la Educación Sexual en Cuba, presidenta del Centro Cubano Multidisciplinario para el Estudio de la Sexualidad, y una de las figuras más influyentes en su país y en América por ser feroz defensora de los derechos de la comunidad gay, será objeto de bienvenida por sus colegas en LASA, y también por el Centro de Lesbianas, Gay, Bisexuales y Transgénero (LGBT) de San Francisco, así como en otras actividades que tendrá en el sector de salud, reportó la agencia Ap.

Para algunos líderes y promotores de derechos gay, esta es una oportunidad para escuchar los cambios que ocurren en la isla. Sabemos que su abogacía ha sido muy importante dentro de Cuba, la cual tiene una historia desafortunada en torno a la gente gay y los derechos LGBT, declaró a ABC News Roberta Sklar, vocera de la Comisión Internacional de Derechos Humanos Gay. El que desempeñe un papel central para cambiar corazones, mentes e impactar en el Parlamento para cambiar la legislación en la misma Cuba es muy alentador.

Al parecer, ser defensora de derechos de la comunidad gay, ser intelectual, ser mujer, ser cubana y llevar el apellido Castro es una amenaza para algunos de los políticos más poderosos Estados Unidos.