Bruselas, 23 de mayo. Autoridades de la zona euro pidieron a los países miembros de la Unión Europea (UE) que preparen planes de contingencia ante la posibilidad de que Grecia decida abandonar el bloque, escenario que el banco central de Alemania dijo que sería manejable.

Tres funcionarios dijeron a Reuters que la instrucción fue acordada el lunes en una teleconferencia del Grupo de Trabajo de la Eurozona (GTE), expertos que trabajan para los ministros de Finanzas del bloque. El GTE acordó que cada nación de la zona euro debe preparar un plan de contingencia, individualmente, para las potenciales consecuencias de una salida de Grecia del euro, dijo un funcionario del bloque, cercano a la discusión en la teleconferencia.

La noticia se conoció en un momento muy delicado, horas antes de que los líderes de la Unión Europea se reunieran en una cena informal en Bruselas para discutir mecanismos que permitan impulsar el crecimiento, encuentro que fue dominado por el pánico ante una posible salida de Grecia del euro y las dudas sobre la banca española.

El ministro de Finanzas de Bélgica, Steven Vanackere, dio a entender hoy que los países de la eurozona se están preparando para la posible salida de Grecia. Debemos insistir en los esfuerzos para evitar el escenario de salida, pero esto no significa que no nos estemos preparando para eventualidades, dijo Vanackere a los reporteros a su llegada a la cena.

Creo que muchas naciones tienen planes de contingencia para las cosas que desean evitar a toda costa, como los ataques terroristas, y decir que carecemos de un plan de contingencia sería irresponsable, agregó.

Las palabras del funcionario constituyen la más reciente indicación sobre la seriedad de la situación griega y del creciente riesgo de su salida de la zona del euro, aunque algunos líderes de la Unión Europea reiteraron su deseo de mantenerla en el bloque.

Debemos demostrar que estamos dispuestos a apoyar: Francia

Francia quiere que los griegos permanezcan en la eurozona, pero ellos deben respetar los compromisos que han asumido y, al mismo tiempo, la UE debe demostrar que está dispuesta a apoyar a Grecia, dijo el presidente francés, Francois Hollande.

El destino del país mediterráneo en la zona del euro dependerá en gran medida de la próxima elección para formar un gobierno de coalición, programada para el 17 de junio, la segunda en dos meses, ampliamente considerada como un referendo sobre si el país debe permanecer en la eurozona y adoptar dolorosas reformas y medidas de austeridad.

La situación en Grecia es muy preocupante, consideró el banco central alemán (Bundesbank) en su informe mensual, en el que advierte que si la situación no cambia, Atenas se juega la próxima entrega de ayuda internacional.

Por su parte, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, advirtió sobre el riesgo de contagio en caso de una salida de Grecia y mencionó la posibilidad de un incremento de la ayuda europea a ese país, para evitar la salida.

El primer ministro británico, David Cameron, también exhortó a los países de la eurozona a que definan un plan contundente para esa nación.

Grecia se mantiene a flote mediante dos paquetes de rescate acordados con sus socios europeos y el FMI desde mayo de 2010, a cambio de drásticas reformas y planes de austeridad.

El objetivo es evitar una quiebra desordenada que pueda conducir a su salida de la zona del euro. A pesar de los avances logrados en los últimos dos años, continúa la incertidumbre con respecto al éxito del plan para superar su crisis de deuda, en medio de objetivos y calendarios incumplidos y de una creciente recesión.

El temor se agravó después de las elecciones generales del pasado día 6 en el país y el llamado a realizar una segunda ronda comicial el próximo 17 de junio, debido a que los partidos no lograron formar un gobierno de coalición. Los sondeos de opinión señalan que las fuerzas políticas favorables al rescate librarán una intensa batalla contra los grupos contrarios, en busca de la mayoría parlamentaria. El resultado podría determinar si Grecia se apega al programa de austeridad y reforma para asegurar una ayuda multimillonaria o si cambia de rumbo. En tal caso, podría quedarse sin más préstamos de rescate, encaminarse al incumplimiento caótico y a la salida de la eurozona.

En su encuentro emergente, los dirigentes europeos también debaten medidas para reactivar el crecimiento, con las posturas de Francia y Alemania encontradas. El presidente Hollande propone los eurobonos, opción que rechaza la canciller alemana, la conservadora Angela Merkel, y Austria la califica de tontería.

Los eurobonos serían una emisión conjunta de deuda de los países de la eurozona para compartir riesgos y evitar diferencias entre las primas de riesgo de los 17 países de la unión monetaria. Alemania defiende a cambio la disciplina fiscal y reformas estructurales, pues afirma que los eurobonos no contribuyen a reactivar el crecimiento.