La izquierda considera que es un riesgo para la institucionalidad el consejero presidente
Miércoles 23 de mayo de 2012, p. 15
En plena discusión para determinar un formato más flexible para el segundo debate entre candidatos presidenciales, el PRI propuso que el moderador sea Leonardo Valdés, presidente del Instituto Federal Electoral (PRI), a fin de que el encuentro sea ordenado, sin errores, y no se convierta en un talk show.
El PRI dijo que acepta diálogo entre los contendientes –con movimientos de cámaras y micrófonos abiertos–, pero sin interrupciones en el tiempo concedido a cada uno.
“¿Cuáles son las inquietudes? Fundamentalmente que se garantice la equidad de las participaciones, el tiempo; que no sea un formato de talk show, donde cada quien habla cuando quiere”, expresó Jorge Carlos Ramírez Marín, representante de Enrique Peña Nieto, en la comisión temporal para la organización de los debates a cargo del IFE.
El planteamiento priísta, sobre la moderación de quien legalmente es el árbitro de la contienda electoral, fue respaldado por los partidos Verde y Nueva Alianza.
El PAN dijo que analizaría el punto pero de entrada no lo objetó, mientras la representación de la izquierda advirtió que colocar en esa posición al consejero presidente del IFE representa riesgo para la institucionalidad del árbitro electoral, en el supuesto de que el segundo debate fracasara.
Por la noche, en un comunicado, Valdés se refirió a la propuesta priísta, y señaló que no es una función que corresponda al presidente del IFE; sin embargo –agregó–, si la propuesta llega a ser suscrita por unanimidad de los candidatos y ello contribuye a avanzar en los acuerdos, con responsabilidad asumiría esta actividad extraordinaria.
La coalición que postula a Andrés Manuel López Obrador insiste en que la difusión sea por cadena nacional y el PAN responde que lo ideal es contar con la participación de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión.
En la sesión de este martes se entregaron contrapropuestas a la idea original que presentó el IFE para el segundo debate, el 10 de junio, en Guadalajara, Jalisco, cuyo eje es un formato más abierto, en que los contendientes puedan interactuar dos horas y media, con base en subtemas pero con mayor amplitud en el intercambio de ideas.
Petición al Congreso
Aunque están con el tiempo encima para definir el formato de la confrontación, el consejero Sergio García Ramírez, presidente de la comisión referida, confió en que todo quede listo la semana próxima, esto es, 15 días antes de la cita.
El IFE busca que el segundo debate no supere el costo del anterior (poco más de 4 millones de pesos), en el que hubo un alud de críticas, como la rigidez del formato y el vestuario de la edecán.
Ahora, la secretaría técnica de esta comisión, a cargo de la dirección de Comunicación Social del IFE, presentó una propuesta de productores independientes, aunque al mismo tiempo se acordó solicitar formalmente al Poder Legislativo la participación del Canal del Congreso para la producción del encuentro. Los costos serán absorbidos por el IFE y Tv UNAM será asesora técnica de la transmisión.
Anoche continuaba la reunión de los consejeros y funcionarios del IFE que integran la comisión de debates. La siguiente sesión será el jueves.
Nos preocupa la equidad
Como en el anterior, el tricolor tiene la certeza de que el segundo debate será otro episodio de todos contra su candidato y que el 10 de junio será punto de quiebre en la elección.
“Por supuesto, dirán: ‘en el segundo debate, ahí vamos a acabar con Peña. Nosotros sabemos que así lo harán, por eso nos preocupa la equidad del debate, porque sabemos que son dos contra uno”, señaló Ramírez Marín, también vicecoordinador de la campaña de Peña Nieto.