De nuevo, la agenda retórica de Enrique Peña Nieto siguió acaparada por las alusiones a las voces que rechazan su candidatura. Reiteró su reconocimiento a tales expresiones, porque reflejan la vitalidad y el vigor de la democracia, pero al mismo tiempo pidió no caer en un clima de intolerancia.

Acusó que mientras algunas exclamaciones son espontáneas, genuinas y legítimas, otras más forman parte de las distintas estrategias que los partidos están teniendo en esta campaña.

Además ubicó a la verdad como el límite entre el debate real y las campañas sucias. La sociedad, subrayó, debe estar debidamente informada para dar un voto bien decidido.

Si bien en un primer momento consideró herramientas válidas –porque así es la democracia– las exclamaciones en su contra promovidas –según él– por los partidos, más tarde pidió diferenciar entre las exclamaciones espontáneas y la estrategia diseñada para sumarse o cobijarse al amparo de esas expresiones libertarias.

El punto de inflexión entre el debate real y las campañas sucias, resaltó, está marcado por el derecho de la sociedad a estar informada para decidir su voto el primero de julio, y el inicio de una guerra que, sin sustento, de manera falaz (y) bajo calumnia, hace señalamientos a los candidatos.

Participó en dos actos públicos ayer en esta capital y se dedicó a reiterar su decálogo Por una presidencia democrática, difundido la víspera. Primero estuvo en la llamada primera Cumbre Ciudadana para Construir un México Pacífico y Justo, y más tarde recibió el respaldo a su candidatura del movimiento Volver a Empezar, del ex líder panista Manuel Espino.

En el primer escenario, y ante los representantes de 300 organizaciones civiles, Peña Nieto insistió en su interés por consolidar el modelo democrático nacional mediante una actitud constructiva, propositiva y no de regreso a otros modelos que tuvimos en el pasado.

Reiteró su interés por fortalecer, consolidar y aumentar las libertades políticas, el derecho de expresión libre y donde cada quien diga lo que siente, lo que piensa y para que la autoridad esté obligada a escuchar y dar respuesta a las distintas posiciones.

Agenda de las ONG

En esta reunión, y al igual que los demás candidatos, Peña Nieto recibió la agenda consensuada de las organizaciones participantes con siete temas: fortalecimiento de las organizaciones de la sociedad civil, reforma política y participación ciudadana, transparencia, rendición de cuentas, acceso a la información y medios, inclusión social y cohesión comunitaria, educación de calidad, empleo digno y desarrollo sustentable y seguridad ciudadana y derechos humanos. Él ofreció darles respuesta puntual en los próximos días.

Más tarde, el ex presidente nacional del PAN, Manuel Espino, le manifestó: decidimos respaldar a personas y no a partidos, y de paso aseguró su inminente retorno a las filas del blanquiazul.

Espino Barrientos le ofreció además que promoverá el voto útil en su favor entre los panistas, como, aseguró, hizo hace seis años cuando convenció a muchos militantes del PRI para votar por Felipe Calderón Hinojosa. Cuentas con mi voto personal, le dijo.

Ambos presumieron tener una antigua relación de amistad, si bien con algunos momentos de discrepancia en cuestiones políticas.

Ahí, el priísta ofreció además –de ganar la Presidencia– definir a su equipo de gobierno con base en el prestigio y trayectoria de sus integrantes. Prometió una relación de respeto con los poderes Legislativo y Judicial, y convocar a los distintos niveles de gobierno y a todo el Estado a definir una estrategia nacional contra la violencia.