Roma, 22 de mayo. El cómico y actor genovés Beppe Grillo arrasó el lunes en los comicios municipales de Italia con el mediático Movimiento Cinco Estrellas y sus vibrantes alocuciones antisistema, a pesar de las acusaciones de demagogo y populista que le hace la clase política.

Es una victoria de la democracia sobre el capitalismo. Los ciudadanos han ganado sin gastar un centavo para la campaña. Es un hecho completamente nuevo, comentó Grillo, de 63 años, en declaraciones hechas vía Internet, como es su costumbre.

Respetando su estilo corrosivo, y en ocasiones vulgar, el profeta Grillo, como lo llama el diario La Stampa, celebró en la web la arrasadora victoria de su movimiento en la segunda vuelta de las elecciones municipales celebrada domingo y lunes.

Pese al elevado abstencionismo, los candidatos del movimiento de Grillo gobernarán por primera vez la alcaldía de Parma, ciudad de 188 mil habitantes, tradicionalmente de derecha, así como Mira (39 mil habitantes), Comacchio (23 mil) y Sarego (6 mil 500), todos en el noreste de la península.

Los ciudadanos se eligen ellos mismos, explicó Grillo, ferviente sostenedor de la democracia directa, horizontal, que se controla y reglamenta por sí misma.

El humorista, que está revolucionando la política italiana, es ante todo un mago de los medios de comunicación, después de que en los años 70 y 90 era el rostro mordaz de la comicidad en televisión, hasta que lo silenció la censura.

El líder carismático de un movimiento de ciudadanos cansados de las intrigas de la vieja política, que aspiran a autogobernarse, es un fustigador de los privilegios de la clase política, del capitalismo salvaje y corrupto, lo que le ha valido su enorme popularidad.

Se le considera sumamente informado y sus críticas siempre están documentadas; es también un defensor del ambiente y suele prometer transparencia e integridad.

Ante una derecha completamente huérfana y desorientada por la ausencia de líderes, aniquilados por escándalos de corrupción y mal manejo de los fondos públicos, como es el caso de Silvio Berlusconi y Umberto Bossi, el cómico genovés se impuso con un método moderno, económico y rápido de trabajo.

A través de Internet, un blog y una red territorial con más de 200 grupos de encuentro, Grillo anima el debate, estudia propuestas y lanza anatemas.

Su blog, abierto en 2000, se convirtió en tiempo récord en el más consultado e influyente de Italia y la revista estadunidense Forbes lo considera el séptimo más importante del mundo.

Grillo, un hombre regordete, de cabellos blancos y que habla a gritos, es capaz de insultar al respetado presidente de la república, Giorgio Napolitano, a quien tildó de cadáver por su edad, 87 años, y aprueba la salida de Italia de la zona euro.

El humorista no deja títere con cabeza e incluso al austero tecnócrata Mario Monti, designado jefe de gobierno para sacar a Italia de la crisis, le puso el sobrenombre de Rigor Montis.

Antimilitarista, impulsor de una reforma del sistema político y del recorte de los magníficos honorarios de los congresistas, que tacha a los partidos de cáncer de la democracia, se enfrenta por primera vez al desafío de gobernar.

Deje de insultar, guarde serenidad y diga lo que quiere hacer con este país, le pidió el martes el líder de centroizquierda, Pierluigi Bersani.

Al payaso, al demagogo, al hombre incontrolable como lo tildan los políticos de profesión, le toca ahora medirse con programas y presupuestos.