Madrid, 22 de mayo. He montado elefantes, pero nunca he disparado contra ellos, fueron las primeras palabras, en tono jocoso, que el gobernador de Florida, Rick Scott, le dijo al rey Juan Carlos en una cita en el Palacio de la Zarzuela. El encuentro, previsto como gesto de hospitalidad en una vista que pretende atraer inversión privada, fue registrado por una cámara de televisión, que captó la incomodidad del monarca ante la broma, al ser un asunto que le ha provocado una de las crisis más graves en la historia de su reinado.

En la segunda semana de abril pasado el Rey Juan Carlos se fue a cazar elefantes a Botsuana, mientras España vivía una de las etapas más difíciles en el mercado bursátil y financiero, al ubicarse al borde de la quiebra y la intervención. La opinión pública se enteró de los hechos debido a que el monarca sufrió una caída y tuvo que ser trasladado de urgencia a Madrid para ser operado de una fractura de cadera.

La cacería de elefantes en Botsuana, sumado a la trama de corrupción en la que están implicados su yerno Iñaki Urdangarín y su hija, la infanta Cristina (aunque no esté imputada), provocó la ira popular y hasta la mofa de una figura que hasta entonces había sido prácticamente intocable. Incluso los medios de comunicación, que antes se autocensuraban con cualquier asunto relacionado con la corona, criticaron abiertamente la actuación del rey y más aún cuando se supo que en el viaje había una mujer a quien medios alemanes y británicos señalan como la amante del monarca, la princesa alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein.

La indignación llegó a tal extremo que el rey Juan Carlos, en un gesto inédito, ofreció disculpas, reconoció haberse equivocado y se comprometió a que no volverá a ocurrir. Por eso la broma del gobernador de Florida lejos de hacerle gracia al monarca y a su equipo de colaboradores, más bien provocó la incomodidad que se aprecia en youtube.com/.