Augura una nueva época de la exploración espacial, dice el fundador y titular de SpaceX
Realizar diversas maniobras y pruebas en la estación, parte de la misión no tripulada
Si todo se desarrolla como está previsto, la Nasa autorizará un acoplamiento el viernes
Miércoles 23 de mayo de 2012, p. 2
Cabo Cañaveral, 22 de mayo. La compañía privada estadunidense SpaceX lanzó este martes exitosamente desde Florida la cápsula Dragón, sin tripulantes, a bordo de un cohete Falcon 9, en dirección a la Estación Espacial Internacional (EEI).
El cohete despegó del polígono de Cabo Cañaveral a las 3:44 horas locales al cabo de una cuenta regresiva sin problemas y tres días después de que se canceló el lanzamiento.
Luego de 10 minutos de haber despegado, Dragón se separó de la segunda etapa del cohete y alcanzó la órbita terrestre.
Un minuto después, la nave desplegó sus antenas solares y comenzó acercarse a la EEI, que se encuentra a cerca de 400 kilómetros de la Tierra, a la que debería llegar el jueves.
Dragón efectuará diversas maniobras y pruebas. Además, si todo se desarrolla como está previsto, la Nasa autorizará un acoplamiento para el viernes a las 12:06 GMT, que se efectuará mediante un brazo robótico de la EEI, controlado por dos de los seis astronautas a bordo de la central espacial.
Elon Musk, de 40 años, fundador y titular de SpaceX, dijo a la prensa que el mundo está alumbrando una nueva era en la exploración espacial, en la cual las asociaciones privadas tendrán una participación cada vez mayor
, al hacer una comparación con Internet, sector en el que amasó su fortuna.
El éxito de esta misión hasta el momento augura una nueva era de la exploración espacial
, agregó desde la sede de SpaceX en Hawthorne, California.
Este vuelo de prueba tiene el objetivo de mostrar que el sector privado está en camino de restaurar el acceso de Estados Unidos a la Estación Espacial Internacional, tras el retiro de la flota de transbordadores de la Nasa el año pasado.
En este vuelo, la cápsula Dragón no viaja con tripulación, pero seis astronautas en el laboratorio espacial permitirán la descarga y posterior carga de la cápsula, que llevará suministros a la EEI y regresará con otros materiales a la Tierra.
El intento de lanzamiento del sábado fue cancelado en el último segundo, cuando las computadoras detectaron alta presión en el motor central del Falcon 9.
Los ingenieros de Spacex descubrieron que la causa principal del problema había sido una válvula de retención defectuosa y las reparaciones se completaron el domingo, indicó la compañía con sede en California.
SpaceX es la primera de varias empresas estadunidenses que intentan enviar su propia nave de carga a la EEI con el objetivo de garantizar el acceso al espacio de Estados Unidos para transportar viajeros en 2015.
La compañía ya hizo historia con el lanzamiento de la cápsula Dragón en diciembre de 2010, convirtiéndose en la primera empresa comercial en poner en órbita una nave espacial y regresarla a la Tierra.
La cápsula, reutilizable, fue construida para transportar tanto carga como una tripulación de hasta siete miembros.
Hasta ahora sólo las agencias espaciales de Rusia, Japón y Europa han sido capaces de enviar naves de suministro a la Estación Espacial Internacional.
Estados Unidos también lo hacía hasta el año pasado, cuando puso fin a su icónico programa del transbordador espacial, que durante tres décadas transportó tanto astronautas como material para ensamblar el laboratorio orbital.
El retiro de los transbordadores dejó a Rusia como el único país capaz de llevar astronautas a la estación internacional hasta que la industria privada logre un remplazo.
La agencia espacial estadunidense le dio a SpaceX unos 390 millones de dólares hasta el momento, del total de 680 millones que la empresa ha gastado en el desarrollo de la cápsula de carga, de acuerdo con la presidenta de la compañía, Gwynne Shotwell.
SpaceX también recibe financiamiento de la Nasa para otro proyecto de desarrollo de un vehículo tripulado para llevar astronautas al espacio. Otras competidoras son Blue Origen, Boeing y Sierra Nevada.
En pocos años, Shotwell espera que SpaceX pueda rebajar el alto precio que la Nasa paga a Rusia por trasladar astronautas de Estados Unidos a bordo de la cápsula espacial Soyuz, de unos 63 millones de dólares el pasaje.