Torreón, 21 de mayo. La afición de La Laguna desdeñó con ingenio a los políticos que, con oportunismo, buscaron incluir sus banderas en el remolino de festejos tras la conquista del torneo Clausura 2012. La santosmanía que resurgió en su máxima expresión sólo tiene un ídolo, el delantero oriundo del ejido La Partida: ¡Oribe (Peralta) sí cumple!, ¡Oribe presidente!, se lee en los parabrisas de los automóviles.

El Cepillo Peralta es verdadero profeta en su tierra. Su historia es conocida y se le considera producto del esfuerzo. Picó piedra varios años, estuvo lesionado en otras finales y nos hizo falta, le pegan mucho en la cancha, dice la gente que con fervor se volcó este lunes a las calles para ver de cerca el turibús que paseó a sus héroes en el recorrido triunfal por Lerdo, Gómez Palacio y Torreón.

Los laguneros, como dice el mediocampista Carlos Adrián Morales, han sufrido mucho por la violencia e inseguridad. “¡Qué bueno que les pudimos dar esta alegría! Ya sabemos cómo está la situación de difícil en el país, pero es más grave en el norte. Cuando uno va a Monterrey –por ejemplo–, vas rezando y con el rosario en la mano”, refirió.

“El futbol nos recompensó el esfuerzo, la lucha, la actitud y el sacrificio de varios torneos. La gente se volvió loca, igual que nosotros, que pasamos de la ansiedad a la felicidad, a la tranquilidad. Ahora disfrutaremos de unas merecidas vacaciones.

¡Claro que hubo revancha!: Monterrey nos ganó un título y nos dejó fuera del Mundial de Clubes; hubo desquite, pero hasta ahí; no dejamos de reconocer que es un buen equipo, con uno de los mejores técnicos que sufrió su primera derrota (en finales), agregó Morales, a quien le gusta leer periódicos, y añadió: “Ya vi el tuit con que nos felicita el Presidente, también Peña Nieto y la señora ésta… Ojalá se enfoquen en eso (la inseguridad)”, remarcó.

–¿Y tú a cuál prefieres?

–¡Ah, no. Yo soy zurdo! –respondió riendo el michoacano.

La directiva de Santos ofreció anoche una cena al equipo y citó a los jugadores a las 15 horas en el estadio. Desde ahí partió la caravana hacia Lerdo y a nadie le importó estar durante horas bajo el rayo del sol. Algunas personas cargaban sus imágenes religiosas favoritas, como San Judas Tadeo, la Virgen de Guadalupe, el Niño Dios con camiseta del equipo y réplicas del Cristo de las Noas.

Los claxonazos, el agitar de banderas y los gritos fueron la constante entre la multitud instalada en distintos puntos del recorrido. La gente se atavió con los colores verde y blanco, se armó de cámaras de video y fotográficas para inmortalizar el instante, y lanzó banderas, pósters y playeras a los jugadores para solicitar autógrafos.

El aclamado Oribe Peralta confesó estar esperanzado en que José Manuel de la Torre y Luis Fernando Tena lo consideren para integrar el equipo definitivo que irá a los Juegos Olímpicos, pero yo no me siento adentro. Un poco más expresivo se mostró ante la algarabía de sus coterráneos, quienes le brindaron aplausos y le lanzaron espuma artificial desde los puentes peatonales, copados a tope.

El director técnico de Santos, Benjamín Galindo, quien por primera vez obtuvo un título en la liga mexicana, aseguró que logró la victoria porque cuenta con un plantel maduro, con experiencia, pues luego de perder una final, uno tarda en recuperarse y este equipo lo hizo rápidamente.

En cuanto a su contrato con el club, Galindo reveló que aún le quedan seis meses para seguir al frente del equipo norteño. Por otra parte, indicó que al entrenador de los Rayados, Víctor Manuel Vucetich, le tiene respeto, pues aún cuando cayó el domingo en la final es un hombre que ha sido exitoso.

Resaltó que tanto el torneo actual como el pasado fueron excelentes, pues desde su llegada al conjunto lagunero, hace ocho meses, consiguió que el equipo jugara tres finales, tras haberlo encontrado en el sitio 16 de la tabla general.