Los jóvenes americanistas pisan fuerte. En la división Sub-20 no hay quien por ahora los alcance y ayer confirmaron que son monarcas absolutos al convertirse en tetracampeones en el torneo Clausura 2012 de la categoría juvenil. La victoria 1-0 (2-0 global) sobre Pumas fue inobjetable en el estadio Azteca.

Les dio el trofeo un solo gol, y además asombroso por lo fortuito. Casi desde el córner, Daniel Acosta pretendía enviar un centro al área, pero la pelota caprichosa enfiló rumbo al arco universitario, el portero tomó posición para atajar un centro y cuando vio la trayectoria del tiro no pudo evitar que se metiera por el ángulo. Un golazo al minuto 26 que tomó por sorpresa a arquero, defensas y al propio ejecutor. La verdad intenté centrar y entró el gol, admitió el autor del tanto del triunfo.

Después el juego bajó de intensidad. Los americanistas porque con esa anotación aseguraban un nuevo campeonato, por lo que el resto del partido debían estar muy disciplinados para evitar regalar espacios que pudieran aprovechar los rivales. Pumas, en cambio, empezó a sufrir de ese nervioso ímpetu de quienes se saben con el agua al cuello, pero sin perder la ilusión de cambiar el marcador.

Pocas llegadas claras de uno y otro, pero la efectividad y la fortuna tenían a unos con la cabeza fría para moverse muy precisos y a otros acicateados por la peor compañera: la urgencia. Con todo, los universitarios mantenían la posesión del balón y controlaban los avances, pero sin ideas claras representaban poco peligro.

En esas condiciones se fueron al descanso. El regreso fue mucho más dinámico. Tal vez alentados por su entrenador Raúl Servín o por estar abajo ante su acérrimo rival, lo que fue evidente es que los chicos de la universidad salieron a pelear palmo a palmo del terreno.

Pero los embates se volvieron necedad. Los auriazules intentaban entrar al área americanista por el centro, como si ignoraran que las bandas son el recurso lógico para abrir espacios.

En un destello buscaron el avance por la derecha y casi les sale. David Izazola se deslizó con velocidad y en un alarde de técnica le puso una pelota impecable a Alfonso Nieto. El desenlace fue lamentable: Nieto encaró al portero y cara a cara desperdició la oportunidad más clara de todo el encuentro.

Con el tiempo encima los Pumas buscaron entonces los tiros de media distancia, pero el arquero Carlos López reaccionó con precisión.

Todos aspiramos ser tomados en cuenta en el primer equipo: ahí están los campeonatos, dijo el delantero americanista Martín Zúñiga.