l pasado 30 de abril 38 organizaciones civiles, integrantes de la campaña Infancia sin Violencia, coordinadas por la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), presentaron un Mapa de georreferencia de violencia contra niñas, niños y adolescentes en México. Y es que el tema no es para menos, pues la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, emprendida a principios de esta administración por el Ejecutivo federal, está asociada con mayor violencia, asesinatos, criminalización y desapariciones de niñas, niños y adolescentes.
De acuerdo con información recabada a partir de cifras oficiales, de 2008 a 2010 la tasa de mortalidad de menores de 18 años se incrementó a escala nacional, llegando a 3.6 muertes por cada 100 mil habitantes. Dicha tasa, en el rango de edad de 15 a 17 años, casi se ha triplicado en los recientes cuatro años, pasando de 5.3, en 2007, a 14.4, en 2010.
Cifras de 2010 revelan que los niveles de violencia hacia ese sector ocurrían principalmente en los estados del norte, destacando Chihuahua con una tasa ocho veces mayor a la media nacional. Otras entidades en las que los asesinatos de este segmento de la población son frecuentes son Durango, Sinaloa, Baja California, Nayarit y Guerrero. Todos los tipos de homicidios aumentaron, pero los realizados con arma de fuego se incrementaron al doble de 2006 a 2010, representando 60 por ciento del total. Se observa además con gran preocupación que más de dos terceras partes de esos homicidios ocurren en la población de 15 a 17 años.
Debido a la falta de cifras oficiales lo suficientemente completas, desagregadas, actualizadas y confiables, la Redim ha recurrido a un monitoreo hemerográfico para poder contar con un panorama más amplio de la situación de violencia que viven las niñas, los niños y los adolescentes en México. A partir de este trabajo, la Redim contabilizó 468 muertes, de las cuales 244 ocurrieron en 2011. Es decir, 40 por ciento más que en 2010. El promedio de muertes por mes ese año fue de 15 defunciones, mientras para 2011 se incrementó a 20. El grupo de edad más afectado es el de 15 a 17 años, y uno de cada cuatro homicidios es de mujeres. Además, siete de cada 10 asesinatos registrados en el conteo hemerográfico ocurrieron por herida con arma de fuego.
Durante 2011 una de cada 20 muertes de niños, niñas y adolescentes, vinculadas al crimen organizado, fueron ocasionadas con extrema violencia y dolo. En nuestro país el 30 de abril se celebra el Día del Niño. Sin embargo, este grupo de la población no cuenta con el marco legislativo y las políticas públicas adecuadas para garantizar el pleno goce y ejercicio de sus derechos, entre los que hoy día destaca el derecho a vivir sin violencia. Todas estas cifras no sólo deben alarmarnos o preocuparnos, sino obligarnos a actuar para parar esta situación. Es claro que existe un vacío institucional que muestra también la debilidad del Estado en esta materia. La violencia que sufren niñas, niños y adolescentes requiere respuestas idóneas en las que participe de manera activa y propositiva la sociedad.
El problema de fondo no se resuelve con medidas simplistas como el aumento de penas y castigos contra los adolescentes, mientras la delincuencia organizada se aprovecha de su situación y los utiliza como carne de cañón. Por ello las organizaciones exigieron la creación de un programa nacional para prevenir y atender las violencias que padecen, y crear un sistema de información oficial y público sobre el número, las características y la situación jurídica de los niños, niñas y adolescentes víctimas de la violencia, que a la fecha no existe. El mapa georreferencial abierto por la Redim es una herramienta interactiva colocada en el sitio de internet www.infanciasinviolencia.org, que tiene como propósito visibilizar tres expresiones de la violencia en contra de la infancia y la adolescencia: violencia armada, castigos corporales y violencia sexual. Permite conocer datos desagregados por edad y ubicación sobre los asesinatos de niñas, niños y adolescentes, desde cero hasta los 17 años, y tiene una aplicación para reportar actos de violencia contra este grupo de la población.
Antes de su publicación, tales reportes serán verificados, y se solicita a los usuarios que aporten la información de primera mano con la que cuenten, con el fin de tener fichas lo más completas posibles. Debe aclararse que esta información no tiene carácter oficial y que no sustituye la denuncia ante la autoridad competente. El reporte contribuye a visibilizar la situación, contar con cifras que sustenten propuestas de política pública, y, en su caso, brindar algún tipo de acompañamiento a las personas afectadas. El mapa de la violencia contra los niños, las niñas y los adolescentes es una acción dentro de la campaña Infancia sin Violencia, presentada por la Redim el 8 de noviembre del año pasado, con la que se busca promover y sensibilizar a las autoridades y a la sociedad sobre el impacto social que provocan las violencias que sufren.
Articula entre las organizaciones que la promueven el consenso de que ningún tipo de violencia es justificable, y de que por el contrario toda violencia es prevenible. Todos estamos obligados a involucrarnos en la búsqueda de soluciones a estos graves problemas, para lo cual es necesario que nos informemos sobre lo que está sucediendo; visibilizar lo que pasa utilizando este mapa es el primer paso para encontrar soluciones. Hagamos uso de él y no permanezcamos indiferentes.