El gobierno mexicano destina anualmente unos 5 mil 400 millones de dólares al pago de intereses de una deuda contratada por políticos ladrones, manifestó el secretario de Economía, Bruno Ferrari, al realizar una apología de los resultados económicos del actual gobierno, mientras el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, salió al paso de las versiones que señalan que el desempeño de nuestra economía ha sido el peor en décadas.

Invitado a una conferencia de prensa organizada por la Secretaría de Hacienda, posterior a la entrega de los nombramientos de consejeros de la Procuraduría del Contribuyente, Bruno Ferrari apuntó que cuesta mucho trabajo corregir el timón cuando se había torcido por mucho tiempo, y puso de ejemplo el pago de intereses de la deuda pública externa contratada por políticos ladrones. Subrayó: aún estamos pagando malos manejos de los políticos ladrones.

En respuesta a una pregunta sobre el debate en el que participaron los cuatro candidatos que aspiran a la Presidencia de la República, dijo que en materia económica su punto de vista es distinto a la imagen de deterioro sostenida por algunos de los participantes.

Sostuvo que la inflación promedio durante este gobierno ha sido de 4.4 por ciento, la más baja en los últimos siete sexenios; que el ingreso per cápita de la población mexicana se elevó de 6 mil 500 a alrededor de 10 mil 150 dólares al año y estimó entre 18 mil millones de dólares y 20 mil millones el ingreso de inversión extranjera al país durante 2012.

Incluso, aseguró el secretario de Economía que el poder adquisitivo de los salarios ha tenido una recuperación de 0.5 por ciento.

Por su parte, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña, planteó que la economía mexicana es reconocida en el mundo por su fortaleza y es atractiva para las inversiones. Sostuvo que como México es un país que decidió abrirse al mundo tiempo atrás, el desempeño de su economía y su impacto tienen que verse en un contexto internacional.

Se ha dicho, dijo, que el desempeño de nuestra economía ha sido el peor en décadas, y esto nos da la oportunidad para hacer un recuento breve.

Refutó a quienes sostienen esa apreciación al decir que si revisamos los diferentes indicadores apreciaremos cómo el resultado de un esfuerzo de muchos mexicanos y de las últimas administraciones ha venido dando frutos.

En inflación, refirió, pasamos de un promedio de 69.7 por ciento en la década de los 80, a 20.2 por ciento en la de los noventa, a 4.8 entre 2000 y 2011, y el año pasado fue de sólo 3.8 por ciento. Por el impacto que esto tuvo en los salarios, nos damos cuenta por qué hoy México ofrece un destino interesante: entre 1980 y 1989 el salario cayó 5.4 por ciento, en los 90 se mantuvo constante, mientras entre 2000 y 2011 se incrementó 1.9 por ciento en promedio en ese lapso, sostuvo.

El secretario de Hacienda, José Antonio Meade, enfrentó ayer críticas sobre que el desempeño de nuestra economía ha sido el peor en décadas, y dijo que el salario aumentó 1.9 por ciento en promedio entre 2000 y 2011Foto Cristina Rodríguez

En materia de tipo de cambio, dijo que hemos venido construyendo un mercado cambiario que ha probado ser flexible y robusto frente a un entorno de mucho estrés en los mercados financieros, y ese mercado, que está hoy funcionando mejor, se ha dado en un contexto, además, donde la moneda ha venido preservando su valor.

El secretario de Hacienda puntualizó: entre 1980 y 1989 el peso se depreció 68 por ciento; entre 1990 y 1999, 16 por ciento, en tanto que de 2000 a 2011 la depreciación promedio anual ha sido de sólo 2.4 por ciento.

Si revisamos en qué se ha producido estabilidad y lo vemos en tasas de interés, los niveles de hoy permiten que muchos más proyectos sean atractivos y, por lo tanto, se realicen. La tasa referencial, de Certificados de la Tesorería de la Federación a 28 días, ha bajado de 66.1 por ciento promedio entre 1980-1989 a 24.4 por ciento promedio entre 1990 y 1999, y a 4.2 por ciento en la actualidad.

Eso, acotó, permite que se nos abra un horizonte de inversiones que generen empleo, y que no teníamos a la mano con ese entorno de tasas altas.

Meade Kuribreña pasó entonces de los comparativos financieros a los económicos e indicó que mientras el PIB per cápita ha crecido 6 por ciento de 2000 a 2011, en la década de los ochenta aumentó 2 por ciento.

Por lo que se refiere al crecimiento de la economía mexicana a través del producto interno bruto (PIB), dijo que ha sido de 2.1 por ciento anual entre 2000 y 2011. Pero descubrió que para ponderar si es un buen resultado o no, a la luz un poco de otros elementos, hay que ponderar si este desempeño compara muy favorablemente con el que vemos de nuestro entorno internacional, en particular de lo que vemos que sucede en Estados Unidos.

Con esa modificación metodológica, el secretario de Hacienda encontró que en la década de los 80 el PIB tuvo un crecimiento de 2.3 por ciento, con un crecimiento de la producción industrial en Estados Unidos de 1.9 por ciento en promedio.

En los 90 la economía mexicana creció 3.5 por ciento en promedio anual, ayudada por una expansión de la producción industrial en Estados Unidos de 3.5 por ciento.

Mientras, de 2000 a 2011 hemos crecido 2.1 por ciento, pero la producción industrial en Estados Unidos ha crecido solamente 0.2 por ciento y esto quiere decir, tradujo, que el desempeño de la economía mexicana fue 10 veces superior al crecimiento de la producción industrial estadunidense.