La fracción del Partido Acción Nacional (PAN) en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) llega al cierre de la quinta Legislatura sumida en la más profunda crisis de su historia parlamentaria.

Los reclamos por la falta de transparencia en el manejo de las prerrogativas económicas, las renuncias de integrantes y la división interna han marcado el proceder de los miembros de esa bancada –que encabeza Mariana Gómez del Campo– a lo largo de los tres años recientes.

De hecho, desde el surgimiento de la ALDF, en 1987, ninguna fracción panista había sufrido la renuncia de tres de sus integrantes, como ocurre en esta legislatura. Primero fue Giovani Gutiérrez, ex vicecoordinador del grupo parlamentario, quien en febrero pasado abandonó las filas del blanquiazul; luego, un mes después, hizo lo mismo Lía Limón, ex presidenta de la Comisión de Transparencia y una de las más activas legisladoras, y en días recientes Guillermo Huerta, ex presidente de la Comisión de Protección Civil, quien anunció su decisión de separarse de esa bancada, aunque no de su partido.

Coincidentemente, estos tres diputados señalaron a Mariana Gómez del Campo como responsable de esas fracturas y como principal obstáculo para que se transparenten los millonarios recursos que mes con mes recibe el grupo panista en la ALDF. Más aún, Lía Limón la acusó de formar parte de una pandilla de cuatreros que se apoderó de Acción Nacional en esta ciudad.

En entrevista, Guillermo Huerta consideró que a pesar de que Gómez del Campo sólo vio por sus intereses, generó división interna y usó los recursos materiales y económicos del grupo parlamentario para su propio interés, ahora la premian con una senaduría plurinominal.

Huerta señaló a la coordinadora panista como la responsable de que el blanquiazul se encuentre hoy día en tercer lugar en las intenciones de voto en el Distrito Federal, pues fue tres años dirigente del PAN en esta capital y este último trienio líder de la bancada, y prácticamente no hizo nada para que el partido avanzara.

En el recinto de Donceles y Allende –añadió– “hemos aprobado leyes de beneficio para amplios sectores de la sociedad, como la Ley de Turismo, de Carlos Fabián Pizano; las reformas en materia de narcomenudeo, de Carlos Alberto Flores; la Ley de Transparencia, de Lía Limón, y las reformas fiscales promovidas por Mauricio Tabe, pero se han desaprovechado, pues desde la coordinación no se les ha querido promover ante los capitalinos, lo que habría ayudado a no estar en el tercer lugar de preferencias electorales en que hoy estamos”.