La transmisión, la noche del domingo, del debate entre los cuatro candidatos presidenciales a través del Canal 5 de Televisa, tuvo más audiencia que el partido de cuartos de final entre Morelia y Tigres, transmitido a la misma hora (20 a 22 horas) por el Canal 13 de Televisión Azteca. De acuerdo con las mediciones del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (Ibope), a escala nacional el debate tuvo un rating promedio de 10.4 puntos y en la parte final alcanzó hasta 12, mientras que el del futbol fue de 9 en promedio, y a lo más que llegó fue a 10.7.

El programa con mayor audiencia a esa misma hora fue Pequeños gigantes, transmitido por el Canal 2 de Televisa, que alcanzó 17.3 puntos.

Según el portal en Internet de la vicepresidencia corporativa de comercialización de Televisa, un punto de raiting equivale aproximadamente a 380 mil televidentes. Esto significa que 3 millones 952 mil personas decidieron seguir la discusión entre candidatos presidenciales llevada a cabo en el World Trade Center, en tanto que 3 millones 420 mil optaron por el futbol. A Pequeños gigantes lo vieron 6 millones 471 mil 400 espectadores.

La semana pasada, en los días previos al debate, Televisión Azteca y la Federación Mexicana de Futbol acordaron que la transmisión del partido fuera a la misma hora que el debate entre los abanderados presidenciales, esto es, domingo a las 20 horas.

Ante la cascada de críticas en redes sociales, el dueño de la televisora del Ajusco, Ricardo Salinas Pliego, escribió en su Twitter el 30 de abril: “Si quieren debate, véanlo por Televisa; si no, vean el fútbol (sic) por Azteca. Yo les paso los raitings (sic) al día siguiente”. Las críticas arreciaron y Salinas Pliego hizo un segundo comentario en la red: ¡Este sí es un debate! Entre un grupito de twitteros autoritarios y los ciudadanos libres de votar por lo que quieren ver.

Con su comentario, Salinas Pliego se mostraba seguro de que el partido entre Morelia (equipo de su televisora) y Tigres tendría mayor rating que el debate, lo cual representaba más ingresos por comercialización de tiempos de publicidad.

El 4 de mayo el empresario abundó sobre el tema en su blog personal: “En primer lugar tengo que aclarar que los medios de comunicación electrónicos no estamos obligados por ley a transmitir el debate entre los candidatos a la Presidencia, así que no es un ‘reto al Estado mexicano’, como algunos han querido presentar nuestra decisión”.

Se trata simplemente, agregó, de una legítima estrategia corporativa basada en las preferencias del público: la gente está hastiada del acoso de los políticos, las 24 horas del día, a través de millones y millones de espots en radio y Tv.

El rating promedio nacional reportado por Ibope presenta variaciones cuando se observa por regiones. Por ejemplo, el partido Morelia-Tigres tuvo más audiencia que el debate en ciudades como Guadalajara y Monterrey. En la capital tapatía el rating fue de 9.9 puntos para el futbol y de 7 para el debate; en la capital de Nuevo León (sede de los Tigres), el partido tuvo 24.1 puntos y el debate apenas 6.2. Sin embargo, la medición de audiencia en 25 ciudades (no especificadas) arroja un promedio de 9.5 para el encuentro entre los abanderados presidenciales, mientras que para el futbol fue de 5.9.