La reforma al Código de Justicia Militar para eliminar el fuero de guerra en delitos y violaciones de derechos humanos cometidos por elementos de las fuerzas armadas contra civiles, aprobada en comisiones en el Senado, ni siquiera pasará como asunto pendiente a la próxima legislatura, porque aunque las comisiones dictaminadoras votaron por unanimidad el dictamen respectivo, no se pasó a firma de los legisladores.

El presidente de la Comisión de Justicia, el panista Alejandro González Alcocer, dijo que no se recogieron las firmas en el dictamen porque los coordinadores de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones, y del PAN, José González Morfín, ordenaron a sus legisladores no avalarlo, pese a que ya habían sufragado en favor.

En tanto, el vicepresidente de la mesa directiva, el senador priísta Francisco Arroyo, precisó que ese dictamen aprobado en comisiones, pero que no firmaron sus integrantes, queda sólo como documento de trabajo. No es nada; es decir, no existe dictamen.

Arroyo insistió: un dictamen aprobado en comisiones hace calidad de proyecto de dictamen para la nueva legislatura, incluidos los que quedaron en primera lectura y ya no fueron discutidos y aprobados por el pleno. En este caso, si ese dictamen votado no tiene las firmas, no es nada. No existe.

En todo caso, subrayó Arroyo, lo que se va a hacer es turnarlo como documento de trabajo a la siguiente legislatura, pero sólo en esa calidad, como documento de trabajo.

El panista González Alcocer  apuntó: En efecto, el dictamen sin firmas sobre la reforma al fuero militar que se aprobó en comisiones se turnará a la próxima legislatura como documento de trabajo, con una versión estenográfica de la sesión de comisiones en donde fue aprobado  por unanimidad, sólo que no se recolectaron las firmas.

–¿Por qué no tiene firmas, si ese dictamen fue votado en comisiones?– se le inquirió.

–Porque no tenía sentido, ya que los coordinadores del PRI y del PAN, Beltrones y González Morfín, dieron la instrucción a los legisladores integrantes de esas comisiones de que no lo firmaran, aunque ya lo hubieran votado en favor en comisiones.

El perredista Carlos Sotelo consideró lamentable que no se haya aprobado en esta legislatura  la reforma al fuero militar, que es una orden para el Estado mexicano de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en varias sentencias.

Acusó que el gobierno federal se ha dejado presionar por los poderes fácticos: los económicos, sociales, culturales y ahora hasta militares. El Congreso también se dejó presionar, dijo, sobre todo el Senado como cámara de origen, para que no se aprobara la reforma al Código de Justicia Militar.

“Los militares y el gobierno federal presionaron para que no saliera el dictamen que ya habían aprobado en comisiones. Los militares no están de acuerdo en que se les juzgue por las violaciones a derechos humanos que han cometido contra civiles en tribunales ordinarios; quieren mantener la impunidad, como en la denominada guerra sucia, donde desaparecieron, ejecutaron y asesinaron a inocentes.”