La propuesta en materia petrolera de Cuauhtémoc Cárdenas, adoptada ayer por Andrés Manuel López Obrador, consiste en dos ejes esenciales: otorgar autonomía presupuestal y de gestión a Petróleos Mexicanos (Pemex), además de cancelar los llamados contratos de servicios múltiples y los incentivados.

Cárdenas desglosó el proyecto del grupo Un México para todos, denominado Política petrolera sustentable para el bienestar –que dio a conocer en febrero–, que coincide en lo sustancial con lo planteado por López Obrador: rechazar la privatización del hidrocarburo y respeto al artículo 27 constitucional.

Cárdenas Solórzano propuso dar un nuevo viraje después de tres décadas de aplicarse una política destructiva centrada en la exportación de crudo, con el consecuente desmantelamiento de la industria.

Incluye siete objetivos generales: mejorar el bienestar de la población mediante el impulso del consumo energético, fortalecer la seguridad energética del país, impulsar la transición a fuentes renovables, hacer del sector una palanca de la política industrial, transformar a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad en entidades públicas autónomas, sanear a la empresa petrolera y usar ingresos excedentes para proyectos de largo plazo.

Mientras, el candidato presidencial del Movimiento Progresista se comprometió a integrar a Pemex al sector energético para darle un manejo ordenado, integral desde la exploración, perforación de pozos, refinación, petroquímica y generación de energía eléctrica.

Indicó que no aceptan la venta de petróleo crudo, como ocurre actualmente, y compra en el extranjero de más de la mitad de la gasolina que se consume, con un gasto promedio de 30 mil millones de dólares anuales.

A su vez, el fundador del PRD destacó que debe darse estricto cumplimiento al mandato constitucional de reservar las áreas que son exclusivas del Estado a Pemex y no permitir intervención de otras entidades. Coincidió en que se requieren más refinerías en el país para producir 600 mil barriles diarios de gasolina.