Buenos Aires, 30 de abril. Las asociación humanitaria Madres de Plaza Mayo conmemoró este lunes el 35 aniversario de la primera marcha en reclamo de sus hijos desaparecidos en la última dictadura argentina (1976-83), cuyos jerarcas están detenidos por crímenes políticos, incluido el ex dictador Jorge Rafael Videla, quien declaró que era cómoda la figura del desaparecido.

En este contexto se conocieron nuevas declaraciones de Videla ante la justicia dentro de una causa para determinar la suerte corrida por el líder político del Ejército Revolucionario del Pueblo, Mario Roberto Santucho.

Videla dijo el viernes pasado que “la figura del desaparecido era la que se tenía que usar; era una figura ‘cómoda’, entre comillas, porque no impactaba en la sociedad”. En ese sentido, poco más tarde agregó: se puede discutir el procedimiento aplicado en ese momento a personas desaparecidas, que no era el impacto de un fusilamiento público porque la sociedad no lo iba a tolerar.

La titular de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini –de 83 años, quien tiene dos hijos desaparecidos–, dijo a Afp que éste en realidad es un día de festejo para las Madres porque después de 35 años conseguimos que los asesinos estén en prisión. Es un logro de las Madres.

El 30 de abril de 1977, en pleno apogeo represivo de la dictadura, un grupo de madres se reunió por primera vez en la histórica Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada (de gobierno), para reclamar por sus hijos secuestrados y, desde entonces, todos los jueves repiten su demanda, ataviadas con el mítico pañuelo blanco en la cabeza.

“Esa es la fecha que quedó, pero en realidad empezamos antes, cuando Azucena (Villaflor, fundadora de Madres y desaparecida) hacía una cola en una iglesia para plantear la desaparición de su hijo y no obtuvo respuesta. Entonces dijimos ‘basta’ y ‘vamos a hacerle una carta a Videla’. Primero nos sentamos en un banco de la plaza y luego la policía nos echó y empezamos a caminar, y así empezaron las famosas rondas”, relató.

Hebe de Bonafini (en primer plano), titular de Madres de Plaza de Mayo, en el acto conmemorativo de sus movilizacionesFoto Xinhua

Bonafini, aliada de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, señaló que las Madres comenzaron a usar el pañuelo blanco en 1977, cuando asistieron a una tradicional caminata religiosa de unos 80 kilómetros hacia la basílica de Luján, pero, como muchas no se conocían entre ellas, para identificarse se colocaron en las cabezas un pañal de gasa de sus hijos que aún conservaban.

Más de 5 mil personas participaron la noche del lunes, feriado en Argentina, en un festival musical para conmemorar la fecha en la Plaza de Mayo, donde las Madres instalaron un gran cartel con la leyenda: YPF vuelve a ser nuestra, en alusión a la petrolera argentina que el gobierno de Fernández de Kirchner expropió este mes a la española Repsol.

El recital, al que asistió el vicepresidente Amado Boudou, fue el corolario de varias actividades que comenzaron en la tarde, cuando un grupo de mujeres de otro sector de las Madres reunidas en ese histórico paseo público relataron sus testimonios personales del secuestro de sus hijos.

Cuando empezó la represión, las Madres estábamos solas. No podíamos hablar con nadie. Hasta que nos juntamos en esta plaza y comenzamos a compartir nuestro dolor, nuestras angustias y nuestra lucha, contó emocionada Aída Sarti durante el acto. Taty Almeida, una de las líderes, dijo que hicieron “lo que cualquier madre hace por un hijo.

Ninguna madre decidió llevar un pañuelo blanco en la cabeza, ninguna decidió ser una madre de Plaza de Mayo, pero nos llevaron lo más preciado que tiene una mujer, que es un hijo, señaló.

Unas 300 personas han sido condenadas por violaciones a los derechos humanos en la dictadura, entre ellos Videla, la mayoría desde 2010, mientras se llevan a cabo decenas de juicios en todo el país por esos delitos, incluido un proceso oral por el robo de bebés de padres desaparecidos, que el 7 de mayo entra en su etapa final.