Los derechos de los menores no están garantizados, afirman
Los que laboran lo hacen en forma ilegal y son más vulnerables, dicen
Lunes 30 de abril de 2012, p. 36
Los derechos de la niñez en México aún no son del todo efectivos. Existen espacios donde debido a las condiciones sociales, económicas y culturales en que las familias se desenvuelven, las garantías infantiles son vulneradas, señalaron especialistas.
Trabajos en condiciones de ilegalidad, situación de calle, funciones domésticas o de apoyo a la economía familiar, o vivir en prisión con sus madres, son algunos de los aspectos donde los menores ven violados sus derechos.
Mónica González Contró, especialista en derechos de la infancia del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, señaló que el trabajo infantil está presente en prácticamente todos los sectores productivos de México, aunque en condición de informalidad e ilegalidad, por falta de atención integral.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (2009), en el país unos 3 millones de menores de entre cinco y 17 años realizan alguna actividad económica, de los cuales 28.4 por ciento tienen entre cinco y 13 años.
El estudio señala que 1.2 millones de niños no asisten a la escuela debido a que trabajan. Del total de menores que laboran, 32 por ciento lo hacen 35 horas o más a la semana; 23 por ciento entre 15 y 34 horas y 27 por ciento menos de 15 horas semanales.
Esto implica vulnerar sus derechos porque no pueden asistir a las aulas y tienen una sensible reducción del tiempo disponible para realizar otras actividades
, señaló la investigadora.
Destacó que existe una correlación entre el menor nivel de escolaridad de los padres y una mayor incidencia de trabajo infantil, esto es, los chicos que deben laborar pertenecen a familias que enfrentan condiciones de pobreza y exclusión social.
Si bien en México la Constitución y la Ley Federal del Trabajo prohíben que menores de 14 años realicen alguna actividad laboral, las normas no son suficientes y la realidad es opuesta.
Las condiciones de trabajo de los niños son de informalidad, lo que implica mayor vulneración. Hay sitios en los cuales no se les ofrecen prestaciones y las condiciones de simulación
traen consigo ilegalidad y actuación al margen de la ley. Laboran en empresas o negocios familiares sin protección alguna. Su ocupación va desde funciones domésticas, que no les corresponderían según su edad, como hacerse cargo del cuidado de la casa y los hermanos (especialmente en el caso de las niñas), hasta en sectores como la minería, que emplea a adolescentes, quienes llegan a sufrir accidentes graves y perder la vida
.
Los hijos de mujeres presas también enfrentan condiciones de vulnerabiliad. Elena Azaola, del Centro de Investigaciones y estudios Superiores en Antropología Social, indicó que en el país la infancia no es prioridad.
Indicó que pese a un decreto presidencial –emitido hace un par de meses– el cual establece que los hijos de reclusas podrán permanecer con ellas hasta los tres años, las condiciones de las cárceles no son las mejores para ellos.