El grupo 7+2, integrado por siete alumnas del Taller Alternativo de Pintura de Herlinda Sánchez Laurel Zúñiga (TAP/HSLZ), presentó este jueves en el Centro de Cultura Casa Lamm el libro Abstracción, color y espiritualidad, el cual reúne el trabajo realizado a partir de la práctica, la experimentación con el color y la meditación como modelo alternativo para la enseñanza de pintura.

Herlinda Sánchez, artista y académica de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP), fundó en 1995 el taller con el propósito de explorar la relación entre el acto creativo y el autoconocimiento sensible. Creó un espacio ajeno a los programas universitarios con la convicción de que para tocar la sensibilidad, primero se debe proteger al ser interior, de esta manera desarrolló un método de enseñanza que se basa en el fortalecimiento de la conciencia.

Basado en lenguajes abstractos, el método de Sánchez Laurel tiene como propósitos abrir la conciencia creativa, dar significado a la creación personal y construir una propuesta alterna que vincule espiritualidad, belleza y color.

Diálogo de afuera hacia adentro

En palabras de la fundadora de 7+2, la creación pictórica no es para nosotros una búsqueda, sino encuentros que surgen desde la práctica y la experimentación con el color y la composición. Aplicamos técnica y teoría de la pintura en un juego conceptual sensible que habla de afuera y de adentro, de lo que somos, no de manera introspectiva.

Las obras reunidas en el volumen –de edición independiente– son resultado de la meditación de las artistas, ya que el taller se encamina a la práctica de la espiritualidad como medio para encontrar una expresión mística en el arte.

“La meditación –explicó en su intervención Sánchez Laurel– no es una religión, sino una práctica en la que la mente reposa y nos permite interiorizarnos en la búsqueda del ser. Buscamos nuestro ser interior para pintar, para percibir mejor y crear con una sensibilidad expandida porque nos concentramos en nuestro espíritu.”

La académica de la ENAP se refirió a sus alumnas como siete posibilidades, resultados de una gran e increíble entrega y disciplina. Agregó que en la vida cotidiana el color está vinculado con las sensaciones, y en ocasiones no sabemos ver ni sentir.

En su turno, la crítica de arte Blanca González Rosas subrayó que las pintoras asumieron el reto de convertir su actividad creativa en una misión personal y social al construir una propuesta que relaciona a la acción pictórica con el desarrollo de la conciencia.

La maestra Herlinda explora cómo se puede enseñar el arte desde otro camino; lo que hizo fue innovador, porque abrió las posibilidades de un taller donde desde la conciencia creativa el alumno puede producir arte. Ayuda a ver y a abrir esa conciencia, expresó González Rosas.

En la presentación del libro Abstracción, color y espiritualidad también participaron el artista Carlos Blas Galindo y las pintoras Mónica Mayer y Susana Campo, quienes señalaron la importancia del TAP/HSLZ en el descubrimiento de la creación pictórica del imaginario femenino.

El 7+2 está integrado por las pintoras Maru Cantú, Lorena Giardino, Anabel Malváez, María Luisa Moncayo, Pilar Moro, Carolina Ruiz y Cristina Torres, quienes encontraron en las formas, los colores, los matices y contrastes de luces su conexión con el universo desde su interior.