Londres, 27 de abril. A tres meses del inicio de los Juegos Olímpicos, el centro de Londres vivió hoy escenas de pánico cuando un hombre se atrincheró en un negocio de una calle comercial y amenazó con destruir el edificio donde se encontraba.

Agentes de Scotland Yard acordonaron una zona de 300 metros a lo largo de Tottenham Court Road después de que el hombre identificado como Michael Green, de 49 años, irrumpió en una oficina situada en el quinto piso del inmueble –según varios testigos– con latas de gasolina atadas al cuerpo.

Camiones de bomberos y ambulancias fueron movilizados para respaldar a los agentes de Scotland Yard, que desalojaron el edificio afectado y otros bloques contiguos, además de que enviaron un equipo de negociadores mientras el hombre lanzaba papeles, pantallas de computadoras y otros objetos desde la ventana.

Desde el primer momento, la policía descartó que el incidente tuviera alguna relación con el terrorismo.

El portal del periódico Huffington Post, que tiene sus oficinas en la proximidad, precisó que el individuo irrumpió en una empresa que organiza clases a camioneros.

Una de las empleadas, Abby Baafi, de 27 años, entrevistada en un video colgado en la página de Internet del diario, dijo que el hombre se presentó con cilindros de gasolina pegados al cuerpo. Básicamente, amenazó con volar las oficinas, agregó.

Pese a informaciones iniciales de algunos medios, el comandante de la policía londinense, Mak Chishty, negó que se hubiera producido una toma de rehenes.

En el transcurso del incidente varias personas que se encontraban dentro del edificio salieron pacíficamente, agregó el oficial, quien se limitó a leer una declaración escrita y no respondió preguntas.

Al cabo de tres horas, los negociadores de la policía lograron finalmente que Green saliera del edificio y fuera detenido.

Chishty no precisó por qué el sujeto tomó por blanco ese edificio, pero señaló que se trataba de un asunto bastante local.