El apoyo de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos a la ley antimigrante de Arizona no permite ser optimista respecto del fallo que podría tomar ese órgano en junio, pero habrá que esperar a que concluya el análisis de los ministros, advirtió el embajador Jorge Navarrete, quien dijo confiar en que el resultado final sea consecuencia del debate jurídico y no de las presiones políticas, propias de las campañas electorales en el país vecino.

En entrevista, el economista y diplomático lamentó que aun cuando es la primera de varias sesiones para examinar los alcances de la Ley SB1070, no se haya revisado el fondo del asunto.

Consideró que el debate va a ser largo, y que eventualmente tendrá consecuencias en los procesos electorales en marcha, pues un fallo en favor del gobierno beneficiaría a Barack Obama, mientras un resultado distinto fortalecería las posiciones de quien resulte candidato republicano.

Llama la atención, señaló a su vez Víctor Manuel García –integrante del Consejo Directivo de la Sociedad Mexicana de Demografía–, que los grupos que impulsan esa ley busquen momentos claves, como el proceso electoral en marcha, para politizar el tema.

El problema es que no sólo está politizado: está jugando con la estabilidad de miles de mexicanos que ya hicieron su vida allá, además de que agrede totalmente el espíritu libertario que siempre ha manejado ese país, afirmó.

El también investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales agregó: Espero que los magistrados se dividan y empaten la votación y que, consecuentemente, dejen estancado el tema. Los políticos estadunidenses no son nada tontos y saben que existe una gran fuente de votos en la comunidad latina y no se la pueden echar en contra.

Por otra parte, agregó, si bien se ha estabilizado la migración de mexicanos hacia Estados Unidos, no significa que no sigan existiendo connacionales que busquen irse a ese país.

En cuanto a los canales oficiales, diversas dependencias del gobierno mexicano rechazaron emitir algún comentario, con el argumento de que se trata de un proceso que apenas se inicia.

Reiteraron que dicha legislación atenta contra las garantías individuales de los migrantes y, por tanto, debe derogarse.

A su vez, Enrique Toledo, coordinador de la Red Migrante, señaló que el respaldo de los jueces estadunidenses a la llamada ley Arizona es una señal muy preocupante, y puede generar peores condiciones de vida para los indocumentados que viven en ese país, con la complacencia o la inacción del gobierno de Washington.

Obama no le ha dado importancia a la reforma migratoria, y el nivel de deportaciones ordenadas ya rompió récords. Los latinos la tienen muy difícil, pero tengo la esperanza de que las movilizaciones arrecien y que algunas partes de la ley sean declaradas anticonstitucionales, indicó Toledo.