Años han trascurrido desde que la entonces San Juan de Letrán, hoy Eje Central Lázaro Cárdenas, era la arteria del entretenimiento popular en la capital mexicana. Cines, centros nocturnos, bares de medio pelo y el teatro se advertían tanto en el transitar por esa ruta como en las carteleras de los periódicos.

Eran los tiempos del llamado Broadway mexicano, y en las marquesinas aparecían los nombres de quienes por la radio y en la incipiente televisión se labraban su nicho en el gusto popular.

Hoy, ya con mucho del encanto perdido, el Blanquita, sobreviviente de aquellos escenarios que ofrecían entretenimiento al alcance de la masas, retoma sus orígenes y presentará, al menos por un fin de semana, una revista con aquellos toques.

Ilusionistas, imitadores, ventrílocuo, comediantes, algo de acrobacia y las infaltables bailarinas forman el espectáculo denominado Magnifik, que, a decir de Carlos de la Torre, coreógrafo del mismo teatro, pretende ser como los grandes shows que se presentan en Las Vegas.

A falta de nombres ya con cartel, la apuesta de la empresa se centra en talentos jóvenes, a quienes se busca darles espacio.

La papeleta para las funciones la conforman Vanik y Stephanyen en la magia, rubro en el que también estará el hijo de Beto El Boticario, salvo que él por el lado chusco; David Vázquez, imitador; Los Rodríguez, artistas del malambo; Edmundo Miller con sus muñecos parlanchines y el ballet de 16 bailarinas, que ejecutarán 100 cambios de su minúscula vestimenta.

Los horarios para las seis funciones serán: viernes 4, a las 19 y 21:30 horas; sábado 5, a las 18 y 20.30 horas, y domingo 6, a las 17:30 y 20 horas.