Londres, 26 de abril. Rupert Murdoch acusó a periodistas de News of the World de conspirar para encubrir una cultura de escuchas telefónicas en el tabloide ya desaparecido, al afirmar que ocultaron la actividad a su hijo James y a su protegida Rebekah Brooks, y que él personalmente no prestaba atención al diario.

En el segundo día de testimonios en el Alto Tribunal de Gran Bretaña el jueves, Murdoch describió la cultura deshonesta en la que solía incurrir el tabloide dominical de mayor tirada.

Creo que, en los diarios, los periodistas actúan bastante por cuenta propia, protegen sus fuentes, no revelan a sus colegas lo que están haciendo, declaró bajo juramento Murdoch, de 81 años, ante la comisión presidida por el juez Brian Leveson, como parte de la investigación judicial sobre la ética periodística.

“El News of the World, para ser honestos, es una aberración y es mi culpa. Va a ser una mancha en mi reputación para el resto de mi vida”, reconoció Murdoch.

Visiblemente enojado cuando el interrogatorio se volvía más agudo, el magnate de los medios admitió que no había prestado la suficiente atención a News of the World, pero no aceptó que hubiera permitido el florecimiento de una cultura de la ilegalidad.

Murdoch cerró abruptamente el dominical, después de más de siglo y medio de existencia. Cuando le preguntaron dónde se había originado la práctica del encubrimiento, respondió: “Creo que dentro de News of the World. Había uno o dos personajes muy fuertes que creo que habían estado allí muchos, muchos años, y eran amigos de los periodistas.

La persona en que estoy pensando era un amigo de los periodistas, compañero de bebida y un astuto abogado, que les prohibió reportar a la señora Brooks o a James, agregó Murdoch, en una poco velada referencia al ex abogado del diario Tom Crone.

Tras conocer las declaraciones del magnate, Crone, quien se dio por aludido en la comparecencia de Murdoch, calificó estos comentarios de mentira vergonzosa.

La aparición en el proceso de un hombre que ha seducido a primeros ministros y presidentes durante los últimos 40 años fue un momento decisivo en un escándalo que reveló la colaboración entre los políticos y la policía británica y la compañía News Corp de Murdoch.

El miércoles, el empresario se mostró tranquilo y considerado, pero el tono del jueves fue más hostil, cuando el principal abogado de la investigación Robert Jay, ejercía más presión y describió la cultura de las escuchas como un cáncer.