Ciudad del Carmen, Camp., 24 de abril. Que no se venda ni un solo barril de petróleo al extranjero, que se procese todo aquí para dejar de importar 55 por ciento de la gasolina que se consume en el país, planteó Andrés Manuel López Obrador, candidato a la Presidencia por el Movimiento Progresista, durante un mitin en este municipio, de donde se extrae más de 70 por ciento de la producción nacional de hidrocarburos.

Asimismo, el candidato de las izquierdas ofreció un gobierno que aplique la ley fiscal sin distingos, pues hay empresas favorecidas, como Wal-Mart, que tiene ingresos de 400 mil millones de pesos al año pero sólo paga mil millones de pesos de impuestos, apenas uno por ciento, mientras que los pequeños comerciantes pagan hasta 30 por ciento de sus ingresos.

Ante más de 5 mil simpatizantes que se congregaron en la plaza cívica 7 de Agosto –en otros tiempos llamada plaza Roja y ahora plaza Del Desempleo–, López Obrador dijo que se siente como en su tierra, y como en mi agua; llamó paisanos a quienes lo vitorearon durante más de dos horas, y presentó un esbozo de lo que serían sus prioridades en materia petrolera.

López Obrador advirtió que así como los gobiernos del PRI y el PAN se apoderaron de los bancos, de las minas y de otros bienes de la nación, para cederlos a empresas extranjeras, de igual forma están zopiloteando el petróleo.

Se quieren quedar con la riqueza petrolera, y de hecho ya empezaron, porque las plataformas de Ciudad del Carmen y del Golfo de México, en su mayoría son de empresas extranjeras, y son esas compañías ellas las que, en los hechos, se quedan con esa renta, pese a que la Constitución señala que el petróleo es del pueblo.

Pero nosotros vamos a defender el petróleo y no vamos a permitir que se entregue, subrayó, en medio del júbilo de los asistentes, muchos de ellos empleados de las compañías extranjeras que ganan salarios de hambre, según dijo Layda Sansores San Román, candidata a senadora.

López Obrador consideró incongruente que México, uno de los más grandes productores de crudo en el mundo, sólo tenga seis refinerías, mientras que Japón, que no produce hidrocarburos, tiene 42, y Estados Unidos cuenta con 134.

La razón, sostuvo, es el gran negocio que representa la importación de las gasolinas, de más de 30 mil millones de dólares anuales, lo mismo que la transportación del combustible, pues por cada litro de gasolina que se compra al extranjero, México paga tres pesos por flete, y en ese rubro se erogan cada año más de 80 mil millones de pesos, casi lo que costaría construir una refinería: alrededor de 100 mil millones de pesos.

Por eso es que para ellos es mejor comprar la gasolina e importarla, que procesarla, pero se les va a caer el negocio de la compra de gasolina, pues el objetivo es que ya no se venda ningún barril de petróleo al extranjero, y que se procese todo aquí, para darle valor agregado y generar empleos.

Criticó que México no construya ninguna refinería desde hace 30 años, y reiteró su propuesta de edificar cinco en su eventual gobierno, una de las cuales estaría en el municipio de El Carmen; contaría con la tecnología más avanzada, no contaminante, que no destruya ni altere el medio ambiente.