Teotihuacán, Méx., 24 de abril. La reanudación de los trabajos de exploración del túnel localizado debajo de la pirámide de Quetzalcóatl, en la zona arqueológica de Teotihuacán, marca el comienzo de la cuarta etapa del proyecto Tlalocan: camino bajo la tierra.

El arqueólogo Sergio Gómez Chávez, director del proyecto, informó que hasta la fecha se han explorado 40 metros del túnel, de un total de 120, donde han encontrado más de 50 mil fragmentos y pequeños objetos, como cuentas de piedra verde, cerámica y puntas de flecha, y se han extraído unas 600 toneladas de tierra.

En esta cuarta etapa de trabajos, que durarán de abril a diciembre del presente año, los investigadores prevén culminar la exploración del túnel y llegar a las cámaras, donde se piensa podrían estar los restos de personajes importantes, como los gobernantes de la antigua cultura teotihuacana.

El año pasado exploramos hasta 33 metros, ese era el objetivo; este año nos hemos planteado llegar a las cámaras que están al final del túnel, pero eso dependerá de las condiciones y dificultades que encontremos, explicó.

Riesgo de derrumbes

Hace más de 20 días, manifestó Sergio Gómez, se reanudaron los trabajos de exploración en su cuarta etapa, luego de que en noviembre de 2011 terminó la tercera etapa y la excavación fue suspendida.

Agregó que a diferencia de la temporada pasada, este año el trabajo será más lento, porque hay necesidad de apuntalar el interior del túnel y adoptar medidas de seguridad.

Ésa es la mayor dificultad, porque no podemos introducir maquinaria para transportar la tierra. Ahora vamos más lento, porque es más complicado el trabajo debido al riesgo de derrumbes.

El arqueólogo abundó que a la par de la exploración se realiza un nuevo recuento de los fragmentos y objetos que se han extraído del túnel. Perdimos la cuenta y ahora lo hacemos desde el comienzo. Son más de 50 mil fragmentos, objetos y adornos que son el indicio de que hay más, esto fortalece la hipótesis de que dentro y al final debe encontrarse algo muy importante.

Manifestó que para este temporada cuentan con presupuesto de un millón 900 mil pesos y 20 personas, entre trabajadores manuales y arqueólogos, aunque conforme se avance en la excavación se requerirá de más personas para sacar la tierra con mayor rapidez.

“Ahorita no utilizamos el robot Tlaloque I, pues planeamos efectuar trabajos para mejorar ese equipo. El artefacto se muestra en una exposición, como una de las herramientas utilizadas para la exploración en la zona arqueológica de Teotihuacán.”

El túnel fue descubierto en 2003, cuando se formó una oquedad provocada por las lluvias, justo frente a la pirámide de la Serpiente Emplumada. Fue hace casi dos años cuando los arqueólogos localizaron la entrada, a 12 metros de profundidad.

En la entrada del túnel, los arqueólogos abrieron una pequeña oquedad y utilizando el escáner captaron las primeras imágenes del interior y, también por primera vez en la historia de la arqueología mexicana y segunda en el mundo, fue utilizado un pequeño carro-robot para la exploración.

El túnel debió estar vinculado a conceptos relacionados con el inframundo, de ahí que no se descarta que en este lugar se hubieran realizado rituales de iniciación e investidura divina de gobernantes teotihuacanos, toda vez que el poder se adquiría en espacios sagrados, refirió Sergio Gómez.