Luego de que la lideresa magisterial, Elba Esther Gordillo, decidió aplazar la aplicación de la evaluación universal, la Secretaría de Educación Pública (SEP) fijó ayer su postura oficial, en la que ratificó que no habrá marcha atrás en la prueba que se aplicará el próximo 24 de junio, ya que existen las condiciones necesarias para que se efectúe ese proceso.

Hoy, la presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), y el titular de la SEP, José Ángel Córdova Villalobos, sostendrán un encuentro para intercambiar posturas sobre dicho examen y mañana miércoles se realizará otra reunión con el Comité Ejecutivo Nacional de la organización sindical.

Por la noche, la SEP ofreció por primera vez su posición después de que el pasado viernes y sábado el consejo nacional extraordinario del SNTE decidió posponer la aplicación de la evaluación programada para 550 mil maestros de primaria.

Como adelantó La Jornada, la dependencia confirmó que continuará trabajando con todos los actores del sistema educativo para aplicar la evaluación universal el 24 de junio próximo, y ratificó que trabaja en un proyecto de decreto para dotar de mayor autonomía al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación.

Aclaró, a contracorriente de las versiones difundidas por dicha agrupación, que la autoridad educativa sí ha cumplido con los compromisos adquiridos.

La SEP informó al SNTE, en todo momento, sobre los procesos para cumplir el Acuerdo para la Evaluación Universal y, por su parte, el SNTE realizó reuniones y publicaciones de carteles y trípticos para informar a sus agremiados aspectos relacionados con el diagnóstico y sus fines formativos y, particularmente, para precisar que esta última, no afecta, en modo alguno, los derechos laborales de los trabajadores, ni será utilizada para descalificar a los participantes.

De igual forma, a solicitud del sindicato, la SEP informó la cantidad de recursos presupuestados para cubrir la oferta de trayectos formativos. Incluso, otorgó una ampliación de recursos para esta materia por más de 180 millones de pesos. Así, en este ejercicio fiscal se destinarán 400 millones de pesos para la formación de los maestros evaluados.

Añadió que la autoridad educativa entregó el pasado 17 de febrero los trayectos formativos –cursos, diplomados, entre otros– que serán ofrecidos a los educadores como resultado del diagnóstico derivado de la evaluación universal. Aclaró que la SEP y el SNTE acordaron el pasado primero de marzo, en los lineamientos generales que regulan la evaluación universal, no aplicar en esta primera fase el factor de desempeño profesional evaluado con los estándares de desempeño docente y de gestión escolar.