Lunes 23 de abril de 2012, p. 28
Rangún, 22 de abril. La líder de la oposición de Myanmar y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, confirmó este domingo que tanto ella como los diputados de su partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND), que rechazan la terminología del juramento que deben pronunciar, no asistirán a la primera sesión del nuevo Parlamento el lunes.
Tanto Kyi, opositora al régimen militar de Myanmar que gobernó hasta 2011, quien ganó su primer escaño de diputada en las históricas elecciones parciales del 1º de abril, como los 36 nuevos parlamentarios del LND, se niegan a jurar que defenderán la Constitución de 2008, la cual critican duramente.
“No la boicoteamos –la apertura de la sesión–; simplemente esperamos el momento oportuno para ir”, declaró la activista por los derechos humanos y la libertad, al término de una reunión de su partido.
La bancada de la LND no asistirá a la primera sesión
La vocera de la Liga, Ohn Kyaing, confirmó que los 36 nuevos diputados tenían previsto viajar este domingo para asistir el lunes en Naypyidaw –la nueva capital del país– a la primera sesión parlamentaria, pero se negaron a asistir. Está claro que no iremos
, dijo.
Los diputados se niegan a pronunciar en el juramento la palabra salvaguardar
la Carta Magna, que quieren modificar. Este texto, adoptado por referendo una semana después del devastador ciclón Nargis, que dejó 138 mil muertos y desaparecidos, concede poderes inmensos a los militares y reserva un cuarto de los escaños de las cámaras a los militares en activo.
La LND ha recurrido al Tribunal Constitucional y al presidente Thein Sein, quien se encuentra de visita en Japón, para sustituir salvaguardar
por respetar
, pero no se lo han admitido.
La jura de los diputados coincide con un encuentro en Bruselas en el que la Unión Europea (UE) decidirá si renueva sus sanciones económicas contra Myanmar.
Se espera que las sanciones sean levantadas como premio a la reformas que el presidente Thein Sein realizó desde su llegada al poder, una de ellas para permitir a Suu Kyi el regreso a la política al lado de su partido, tras haber pasado 15 de los últimos 21 años privada de libertad, bien en prisión o en arresto domiciliario, en la dictadura militar que gobernó el país hasta la investidura de Thein Sein, el 30 de marzo de 2011.