Argentina: ¿Malvinas jurídicas
, “corralito 2” y guerra del gas
?
ntecedentes: desde hace casi cinco años adelanté la expulsión de Argentina de Repsol, una de las peores empresas privadas del mundo, en similitud a su destitución en EU (¡supersic!), Argelia, Bolivia, Venezuela, etcétera: La retirada de Repsol de América Latina (AL) parece haber iniciado
(Bajo la Lupa, 26/12/07). Once días antes de la renacionalización comenté: España, en defensa de Repsol, está dispuesta a entablar un juicio en contra del gobierno argentino en las cortes internacionales, algo así como unas Malvinas jurídicas. ¿Y quién defiende a los argentinos?
(Bajo La Lupa, 4/4/12).
Hechos: Repsol y el gobierno español de Mariano Rajoy se encuentran a la caza de Argentina como si fuera elefante, en similitud al barbárico aniquilamiento de paquidermos africanos por su anacrónico rey.
John Gapper, de The Financial Times (19/4/12), desestima las fanfarronadas de Antonio Brufau, director de Repsol, y de Calderón: Argentina sabe
que tales desplantes probablemente son falsos (sic)
, ya que la probabilidad de que sea castigada son mínimas
. Gapper vaticinó erróneamente que “ninguna (¡supersic!) petrolera occidental importante (sic) aportará capital y tecnología para desarrollar el pletórico descubrimiento de gas bituminoso (shale gas) en Vaca Muerta”: la tercera reserva más grande del mundo detrás de las de China y EU.
¿Detrás de la renacionalización se encuentra la guerra del gas
(Forbes, 17/4/12), por la captura de los riquísimos yacimientos de Vaca Muerta?
La reacción de Estados Unidos (EU) ha sido discreta en comparación a las jeremiadas de Calderón, quien parecía grotescamente el dueño victimizado de Repsol.
La diatriba de The Economist (20/4/12) expone la vulnerabilidad geofinanciera y el peligro de fuga de capitales de Argentina. Las opciones de la Unión Europea (UE) son limitadas
(The Financial Times, 19/4/12).
A España se le pasa por alto que se encuentra al borde del precipicio financiero. Con o sin la renacionalización de YPF, los capitales españoles en AL han emprendido la nada graciosa fuga para rellenar los agujeros negros de su atribulada banca y su desfalleciente economía.
También España soslaya que los BRICS pueden acudir al rescate de Argentina, muy vulnerable en geofinanzas, cuando hasta ahora la empresa china Sinopec y la brasileña Petrobras están interesadas en llenar el lugar vacante de Repsol en YPF.
No hay que menospreciar el poder de represalias de Argentina, que puede renacionalizar bancos, telecomunicaciones y otras firmas energéticas españolas.
De las exportaciones de Argentina (50.7 por ciento en productos agrícolas) 21.2 por ciento está destinado a Brasil, 16.4 a la UE-27, 8.5 a China, 6.6 a Chile y 5.4 a EU. La salida de la UE-27 puede ser compensada por los BRICS (y en un descuido hasta por Irán y los países árabes, debido a sus necesidades agrícolas apremiantes).
De las importaciones de Argentina (84.3 por ciento manufactura) 31.3 por ciento proviene de Brasil, 17.3 de la UE-27, 13.5 de China, 10.8 de EU, y 32 de México (¡supersic!). Aquí la UE-27 se flagelaría y México saldría dañado, lo cual beneficiaría a Brasil y a China.
No cundirá la iranización de Argentina ni un “segundo corralito” (cuyas consecuencias del primero
perduran 11 años después) ni una segunda Guerra de las Malvinas
en nombre de Repsol y de España.
No existe mucha solidaridad
con Repsol y España cuando las tres principales petroleras de EU –Chevron, ExxonMobil y ConocoPhilips– es probable que sustituyan a Repsol, al unísono de Petrobras (Bloomberg, 20/4/12).
Tampoco del lado europeo existe mucha cohesión cuando la francesa Total y las inglesas Andes Energía y President Petroleum “anunciaron incrementar sus inversiones (Tiempo, 19/4/12). Dudo que las depredadoras Schlumberger y Halliburton se salgan de Argentina.
Aun quien solamente le faltó privatizar el aire de Argentina, el hoy senador Carlos Menem, vilipendiado entreguista de YPF, aplaudió su renacionalización 20 años después: Estamos en otra época totalmente distinta. Los tiempos cambian. Cambió el escenario
. ¡Tesis de Bajo la Lupa!
Esto no es un capricho, sino una tendencia estructural en el globo. No es lo mismo xeno-privatizar en el paroxismo de la globalización financierista del caduco orden unipolar que restatizar durante la decadencia del G-7 y del inicio del nuevo orden multipolar.
¿No estará España involuntariamente abriendo a sus aliadas
petroleras anglosajonas y a los BRICS las puertas de par en par de Argentina, tercera economía de AL, superpotencia agrícola y miembro del G-20?
Conclusión: la bondad y/o malignidad, según el caso, entre la xeno-privatización (extranjera
) y la estatización de los hidrocarburos es un falso debate vulgarmente maniqueo y lineal. La privatización nacional
puede ser exitosa en EU y Gran Bretaña –medible en superlativos ingresos y en control geopolítico global– donde existe una circularidad histórica entre lo público y lo privado: consustancial a la cultura de los fundadores cuáqueros y del calvinismo individualista de EU que exige una responsabilidad social
empresarial con una exagerada aversión al socialismo (equiparable a un exorcismo).
AL exhibe una cultura católico/guadalupana, donde la xeno-privatización (y/o nacional y/o mixta
con prestanombres triangulados), equiparada a la etapa de saqueo colonial, no goza de resultados plausibles ni de buena fama y cuyos excesos depredadores suelen ser atemperados por la regulación estatal que evocan el bien común y la solidaridad. En forma anómala, Pemex, en apariencia una empresa paraestatal
(hoy socia esquizofrénica de Repsol), desde hace mucho se encuentra bajo el control geopolítico/geofinanciero ajeno.
En síntesis: en los países anglosajones lo privado y lo público van de la mano, sin soslayar el control geopolítico de los hidrocarburos, mientras que en AL existe una fractura histórica entre lo privado y lo público cuando las xeno-privatizaciones la han privado de su control geopolítico. De allí que la implementación de la xeno-privatización (maquillada de nacional
o mixta
; menos cuando se carece de una banca nacional) en AL no signifique lo mismo que en los países anglosajones, quienes fomentan el modelo neoliberal más acorde a sus beneficios geopolíticos: lo contrario de AL donde el neoliberalismo le controla geopolítica y geofinancieramente de facto. Lo trascendente radica en el control geopolítico de los hidrocarburos, más allá de su xeno-privatización y su estatización. El gravísimo error de Argentina no fue la privatización per se (aberrantemente autoflagelante y catastrófica), sino su falta de control geopolítico y su desacoplamiento tanto con sus necesidades energéticas domésticas (que le obligaron absurdamente a convertirse de exportador a importador, pese a sus pletóricas reservas) como con su planeación estratégica, cuando Repsol operó durante 20 años en forma centrífuga a los intereses nacionales de Argentina que se volvieron contrarios a los de España. De igual manera, la restatización de YPF no resolverá nada si no concreta el control geopolítico de sus hidrocarburos acoplado a una planeación estratégica para el bien común. That is the name of game.
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