Javier Sicilia, líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), hizo un llamado urgente y duro a las autoridades del país para exigirles que aprueben cuanto antes la ley general de víctimas, ya que ese fue su compromiso, y en caso de no hacerlo pronto, las posibilidades de lograrlo se alejan cada vez más.

Al recibir el 20 Premio Nacional de Derechos Humanos Sergio Méndez Arceo, en ceremonia realizada en la parroquia de la colonia San Pedro Mártir, el poeta lamentó que en la sesión de comisión del pasado jueves en el Senado no hubiera quórum suficiente para aprobar una ley fundamental.

De 26 (legisladores), únicamente fueron cinco, y si para el martes no se aprueba, no vamos a tener ley. Les exijo que cumplan lo que prometieron en los diálogos de Chapultepec; les exijo que hagan su trabajo, recalcó.

En entrevista previa, Sicilia se quejó de que los senadores dejaron plantadas a las víctimas. ¿Con estas actitudes quieren que vayamos a las urnas, con este desprecio? La brecha entre los ciudadanos y el gobierno es enorme. ¡Y luego se preguntan por qué los parangoneo con criminales! ¡Estos son actos delictivos!

Luego de exigir también que el gobierno haga justicia en el caso de los comuneros de Cherán asesinados el pasado 18 de abril, el activista recordó a Sergio Méndez Arceo, cuyo compromiso con los pobres fue determinante, y lamentó que en menos de 20 años el estado de Morelos donde trabajó el religioso se haya transformado en un nicho del crimen y de gobiernos corruptos e ineficientes.

Recibir el premio que lleva el nombre del obispo, dijo, le produce sentimientos encontrados: por un lado, vergüenza, porque defender los derechos humanos es una actividad que siempre nace del dolor de combatir la roca abrupta del mal, pero por el otro un enorme agradecimiento con todos los que encomian su labor de vocero del MPJD.

Al presentar a Sicilia –a quien calificó como bellamente terco y firme–, el obispo de Saltillo, Raúl Vera, indicó que al echarse a caminar por el dolor de la muerte de su hijo Juan Francisco, el poeta también se echó a la espalda el dolor de muchas otras víctimas de la violencia.

Es triste ver hasta dónde pueden llegar los intereses mezquinos del ser humano, pero Javier comprueba que se puede vencer a quienes parecen los más poderosos, y que el bien siempre triunfa sobre las ruindades, afirmó.

En la categoría de grupos, el galardón fue otorgado a Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos AC (Cadhac), cuya directora general, Consuelo Morales, coincidió en sentir alegría por la distinción, pero también tristeza por la situación grave que atraviesa Nuevo León, y la ciudad de Monterrey, donde se asienta el colectivo.

La religiosa deploró la enorme cantidad de desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, secuestros y otros crímenes de lesa humanidad que ocurren en el estado norteño, donde en el reciente mes ha habido alrededor de 550 muertos y más de 50 desaparecidos.

El orden jurídico que hoy vivimos no nos brinda seguridad, pues ya está totalmente corrompido por esta lucha ilegal (contra el crimen organizado) que el pueblo no pidió, y en donde se desdibuja el límite entre los criminales y el gobierno, alertó.

Los derechos ahora son logros quebradizos que se pueden disolver en tiempos de odio y confusión, si los ciudadanos no los defienden. La esperanza aparece cuando nos paramos juntos contra la injusticia. Eso es para mí los derechos humanos, expuso.