París, 6 de abril. El gobierno de Francia y la policía nacional prendieron la señal de alerta ante la posibilidad de un nuevo caso de asesinatos en serie, cometidos en la periferia de París en los últimos cinco meses, con una misma pistola calibre 7.65 milímetros.

El primer homicidio fue perpetrado contra una mujer de 35 años en la localidad de Juvisy-sur-Orge el 27 de noviembre. La segunda víctima fue un hombre de 52 años, Jean-Yves Bonnerue, el 22 de febrero; la tercera, un anciano de 81 años, Marcel Brunetto, el 17 de marzo, y la cuarta, una argelina de 48 años, Nadjia Nadija Boudjemia, el jueves pasado.

Los cuatro asesinatos fueron cometidos en la zona noreste de la región suburbana de l’Essonne, en un radio de 10 kilómetros, en áreas comunes de viviendas, dos en un mismo estacionamiento abierto y dos más en los accesos a los edificios donde vivían las víctimas.

En todos los casos se trató de un sujeto, aparentemente del género masculino, que se movilizaba a bordo de una motocicleta, tal y como ocurrió el mes pasado con Mohamed Merah, el llamado asesino de la moto, quien murió el mes pasado en un enfrentamiento con policías, días después de haber matado a varios miembros de la comunidad judía de Toulouse. La policía sospecha de un individuo alto, de tipo europeo, que usa un casco negro.

Salvo la primera agresión, en los tres restantes asesinatos hubo un modus operandi similar, según información de una funcionaria de la procuraduría de la República. En los tres últimos casos, el asesino disparó a la cabeza de su objetivo.

Hasta ahora, la policía no ha encontrado indicios o evidencias de que los crímenes formen parte de un plan terrorista, ya sea por motivos religiosos –como en Toulouse– o por causas políticas. Asimismo, nadie ha reivindicado las acciones, por lo que se cree que se trata de actos del fuero común.

Nunca nos hemos centrado en la pista terrorista. En el perfil de las víctimas no había ninguna pertenencia religiosa destacada y no ha habido ninguna revindicación, dijo la funcionaria de la procuraduría.

Los hechos han llamado la atencion del gobierno central francés. El ministro del Interior, Claude Gueant, afirmó que esta serie de asesinatos merece toda nuestra atención y como en todo delito criminal se han puesto todos los medios para descubrir a los autores.