Viernes 6 de abril de 2012, p. 18
Un paisaje de guerra tras el temporal
, titula un medio local tras el casi huracán que la noche del miércoles se abatió sobre Buenos Aires, las zonas conurbadas, las provincias de Buenos Aires, Santa fe y otros lugares, con saldo de 14 muertos, varios heridos, decenas de casas, automóviles y negocios destruídos, la caída de más de 800 árboles, cortes de energía electrica e inundaciones.
Las ráfagas de viento de más de cien kilómetros por hora se convirtieron en algunos lugares en pequeños tornados. Volaron techos, carteles de publicidad y otros objetos. Se cerraron algunas líneas ferroviarias y autopistas.
Los daños son millonarios y por estas horas aún se trabaja para atender a los afectados. La Semana Santa se convirtió en un momento de tragedia y los daños parecen corresponder más a un terremoto que a un temporal de fin de verano. No sólo fue el viento: la lluvia superó los 44 milímetros en una hora, en distintos barrios granizó y cayeron rayos, según el Servicio Meteorológico Nacional.