Ankara, 4 de abril. El autor del golpe militar del 12 de septiembre de 1980 en Turquía, Kenan Evren, y otro miembro de su junta, Tahsin Sahinkaya, comenzaron a ser juzgados este miércoles en Ankara, en un proceso sin precedente en Turquía, donde el ejército ha tomado el poder en tres ocasiones desde 1960.

Los dos hombres, muy mayores y enfermos, no comparecieron en la primera audiencia del juicio, en el que están acusados de crímenes contra el Estado por el golpe, que se saldó con unas 50 ejecuciones y cientos de miles de detenciones. Evren tiene 94 años y Tsahinkaya 87.

Exigen enjaular a golpistas

El abogado de las víctimas del golpe, Fikret Babaoglu, exigió que los acusados fueran llevados al juzgado en su cama de hospital y declararan dentro de una jaula, como lo ha hecho el derrocado presidente egipcio Hosni Mubarak. Alegó que Evren no fue menos dictador que Mubarak, señaló el diario británico The Independent.

Ante el palacio de justicia, cientos de manifestantes, reunidos principalmente por convocatoria de varios pequeños partidos de izquierda, reclamó justicia para las víctimas del golpe.

¡La conciencia de los golpistas ante la justicia!, se podía leer en la pancarta desplegada por los manifestantes, algunos de los cuales llevaban retratos de camaradas asesinados en la cárcel.

La audiencia –la primera en juzgar a los autores de un golpe en Turquía– se inició en presencia de varios diputados de los principales partidos actualmente representados en el Parlamento turco y que se constituyeron parte civil contra los autores del golpe.

Al afirmar que actúan en nombre de la defensa de los principios de la república turca instaurados por Mustafá Kemal Ataturk, los militares han derrocado en tres ocasiones –en 1960, 1971 y 1980– a autoridades electas. También echaron del poder a un gobierno islamita en 1997.

El golpe de Estado del 12 de septiembre de 1980 fue el más sangriento: cientos de miles de detenidos, unos 250 mil inculpados, unos 50 detenidos ejecutados, decenas de muertos en cárcel bajo tortura. Decenas de miles de turcos se exiliaron durante el régimen que se extendió hasta 1989.

El juicio contra los dos únicos líderes del golpe militar que sobreviven está presentándose en los medios como un símbolo del avance de la democracia y la justicia en el país. Ambos hombres podrían ser condenados a cadena perpetua, que es la pena máxima que existe en Turquía.