Cuestiona el déficit comercial del país
Jueves 5 de abril de 2012, p. 23
México mantiene una balanza comercial deficitaria con casi todo el mundo menos con Estados Unidos, debido a que a 18 años de la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) las industrias exportadoras no lograron obtener el grado de especialización necesario para ser competitivas a nivel internacional, situación contraria al objetivo inicial de la apertura comercial, sostiene un estudio del sector acerero.
Alonso Ancira Elizondo, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero), dijo que tan sólo en 2011 el intercambio comercial de bienes manufacturados registró un déficit comercial de 14 mil 700 millones de dólares, mismo que aumenta hasta 57 mil 600 millones si se elimina el petróleo, por lo que, sostuvo, es urgente un plan de fomento industrial para el país.
Según el documento Visión industrial, elaborado en conjunto por la Cámara y el Tecnológico de Monterrey, el crecimiento económico mexicano mantiene un desempeño por debajo de lo esperado con la firma e implementación de los diversos tratados comerciales que abrieron la economía, especialmente del TLCAN.
En general, los resultados positivos del tratado han sido observados en el incremento de las exportaciones mexicanas y de la inversión extranjera directa (IED). Sin embargo, hay sectores industriales que se han visto perjudicados por dicho proceso, especialmente los avocados al mercado interno.
La razón de lo anterior radica en que dichos sectores están excluidos de la cadena exportadora, por lo que no solamente no reciben los beneficios de la apertura, sino además deben enfrentar la mayor competencia internacional sin contar con esquemas de financiamiento que les permitan mejorar sus procesos, maquinaria y capacitación de su personal.
El análisis sostiene que el crecimiento económico, las remuneraciones y la generación de empleo en México mantienen una dinámica mucho más modesta que la exhibida por otras naciones emergentes que efectuaron un proceso de apertura económica menos abrupto y más orientado a cubrir sus necesidades de largo plazo.
Adicionalmente, señala que la apertura comercial profundizó la dependencia económica de México hacia los ciclos industriales y flujos financieros del exterior, particularmente de Estados Unidos.
Ancira Elizondo sostuvo en su análisis que si bien teóricamente la apertura comercial debió tener un impacto favorable sobre el crecimiento, vía exportaciones, no ha sido así para el país, porque las empresas que exportan requieren cada vez más insumos importados, lo que disminuye los beneficios iniciales que el comercio exterior debería generar.
De acuerdo con el dirigente, el hecho de que las exportaciones de origen mexicano dependan de importaciones de insumos intermedios y de maquinaria y equipo, representa una oportunidad para cualquier país con acceso a los mismos y que cuente con programas de desarrollo económico bien diseñados, con bajos costos laborales y una infraestructura moderna, como es el caso de China.
Así, en 2000 China comenzó a despuntar en el mercado de Estados Unidos y Canadá, desplazando a México de dichos mercados y socavando la posibilidad de que las empresas mexicanas alcanzaran una mayor integración con dichas economías.
Lo anterior, consideró, se debió a que México no logró pasar de la maquila a la manufactura de alto valor agregado.