Pablo Delgado exhibe obra en la galería Vice
El arte callejero es parte de la cultura
Hace una década esa expresión era la voz de la contracultura
, señala el artista
Martes 3 de abril de 2012, p. 7
Detrás de lo evidente siempre hay algo más
, expresa el artista Pablo Delgado (DF, 1978), radicado en Londres desde hace más dos años, donde participa del arte callejero, pero en proporciones pequeñas
, o miniaturas, mediante el uso de pegas sobre la pared y a nivel del suelo, cuyos personajes y animales proyectan sus sombras en la banqueta.
Delgado traduce
sus piezas de la calle a un formato galerístico para Los terceros, exposición inaugurada hace unos días en la Galería Vice (calle Mérida 109, colonia Roma). Además de instalaciones, presenta algunas obras en papel.
Las imágenes –un elefante y varias sexoservidoras– son sacadas de Google Image.
Al respecto, el artista indica: Pienso en conceptos, busco y escojo. Son imágenes públicas, reinterpretadas, nuevamente fotografiadas por alguien, sólo para regresar a Google Image. Casi no las manipulo, sino que lo hago con la narración de la escena y si acaso pongo un detalle de color
. De allí el título de la muestra, porque todos los elementos utilizados son de terceros
.
Egresado de la carrera de ciencias de la comunicación en la Universidad Intercontinental, y con inquietudes pictóricas desde niño, Pablo Delgado se mudó a Londres, donde cursó una maestría en arte contemporáneo en la Universidad del Este.
El arte callejero y la diversidad cultural de la capital británica lo impactaron de tal manera que su perspectiva del arte se alteró, y cambió el lienzo y el vidrio por los muros de las calles.
Galería libre en Londres
Aunque el arte callejero no es un movimiento nuevo, Pablo Delgado explica que “en Londres es muy evidente, está allí en la zona donde vivo: el este. Cada vialidad tiene una pintada o paste up, que es lo que hago; una estampa. Es como una galería libre, pues las personas salen y ponen lo que quieran”.
La permanencia de las piezas “depende de la tolerancia de la autoridad. Desconozco su criterio para determinar esto es arte y esto vandalismo.
“Hay un artista cuyo seudónimo es Banksy, quien cuando pone uno de sus estarcidos con plantilla, un día después ya está cubierto con acrílico para que no sea tachado. Sin embargo, hay otros en los que pasa la autoridad y los retira. Depende de lo que digas, de la proyección de tu pieza. Sigue habiendo como lo ilegal, la travesura de salir y poner algo en lo que es ajeno a ti.”
El entrevistado acota: “hay paredes que ves pintadas y sabes que el artista debió pedir permiso o fue comisionado por el mismo dueño. Pero, sin permiso, sales de noche, ves un lugar y dices ‘aquí lo quiero poner’ y lo colocas. Se usa mucho en la cortina de los locales que, por cierto, sólo se aprecian de noche, cuando están bajadas”.
Delgado señala que hace una década el arte callejero era la voz de una contracultura
, pero sufrió el efecto de una bola de nieve “hasta el punto de que ya se considera arte y cultura. Por ejemplo, en Londres hay chavos que realizan visitas guiadas por la zona del arte callejero. El público se interesa mucho y empiezan a aparecer blogs de personas que salen a tomar fotos, las suben a la red y las intercambian.
Me gusta mucho el movimiento que hay, además, es fuera del ámbito de una galería
, expresa Pablo Delgado.
Movimiento cíclico
–¿Cuál es su apreciación del arte callejero en México?
–Es muy disperso, entonces, no se llega a apreciar tanto porque ves un grafiti en la carretera para salir a Puebla, a diferencia de allá, que está todo concentrado. Pero, el arte callejero en México es parte de su cultura. Hacemos rótulos en las paredes para anunciar de lo que trata un negocio. Venimos del movimiento muralista y muchas cosas. Nada más que hay muchos que sólo salen a poner sus firmas, que no se entienden y las personas los consideran vandalismo porque, la verdad, no hay ningún mensaje detrás de eso.
Sin embargo, dentro de todo esto ves piezas que juegan con el entorno, que es el chiste del arte callejero. Además, des un mensaje o no, también puede ser algo visualmente hermoso para el transeúnte.
Delgado vino a México en diciembre pasado y colocó unas estampas en los muros de la colonia Roma: “Al parecer hubo un boom hace unos años, bajó un poco, pero estas cosas son cíclicas, los chavos empiezan a salir otra vez. Depende de lo que traigan, lo que quieren decir, cómo lo quieren poner y cómo lo van a aceptar las personas para ver si ese movimiento puede seguir adelante. Si lo borran en un momento, ese movimiento no va más allá de un día, pero si se queda allí es porque gusta.”