Senadores de PRI, PRD y PT advirtieron que el viaje de Felipe Calderón a Cuba, el próximo día 11, debe ser para normalizar por completo la relación bilateral y no sólo de promoción electoral. Ojalá no pretenda ir sólo a tomarse la foto, comentó la perredista Yeidckol Polevnsky.

El senador del PRI Carlos Jiménez Macías consideró poco viable que en las postrimerías de su sexenio, el Ejecutivo logre sanar una relación bilateral lastimada en 10 años por gestos realmente descorteses y una actitud de alineamiento permanente con los intereses de Estados Unidos.

El coordinador del PT, Ricardo Monreal, señaló que Calderón nunca tuvo interés en recuperar la relación de respeto con el pueblo y el gobierno cubanos que su antecesor, Vicente Fox, torpedeó; ahora va a la isla llevando en la agenda el tema de derechos humanos, el mismo que Estados Unidos esgrime para atacar al país caribeño.

Los tres legisladores coincidieron, en entrevistas por separado, que Calderón debe respetar la soberanía de Cuba y no inmiscuirse en asuntos internos de ese país. Polevnsky consideró que el Ejecutivo no tiene cara para ir a hablar a La Habana de respeto a los derechos humanos, cuando en México éstos se violan de manera sistemática.

Lamentó que los gobiernos panistas jamás hayan aludido a la grave violación que implica el bloqueo económico a Cuba, ni a los cinco cubanos presos en Estados Unidos con falsas acusaciones de espionaje.

Los derechos humanos requieren mucha atención en México, y hay que pedirle a Calderón que resuelva primero los casos de desapariciones forzadas, de ciudadanos asesinados al cruzar retenes militares, de los cientos de migrantes centroamericanos secuestrados, torturados y asesinados cuando cruzan por territorio nacional, señaló Monreal.

Lo que Calderón quiere es borrar la mala imagen con el gobierno de Cuba, pero es ya tarde, sobre todo si no hay intención de resolver los pendientes del intercambio bilateral, comentó Jiménez Macías.

Polevnsky sacó a relucir los muchos pendientes en la agenda entre México y Cuba que el gobierno mexicano no ha querido resolver, entre ellos, la revisión del Acuerdo de Complementaridad Económica 51, para revisar los aranceles a los productos cubanos.

Asimismo, la falta de una línea de crédito a los empresarios que exportan a la isla –Fox cerró el Bancomext que funcionaba en La Habana– y el registro de vacunas, y medicamentos, como lo prometió entonces el secretario de Salud, José Ángel Córdova, pero que aún tiene pendiente la Comisión Federal contra Riesgos Sanitarios.

Los registros que ese organismo debe expedir en torno a medicamentos de Cuba permitirán a México adquirir productos de muy buena calidad, de tecnología de punta y a precios menores de los que compra a otros países.

La senadora perredista hizo notar que Calderón tiene que ser muy serio y en esa visita, la primera que realiza a Cuba en más de cinco años de gestión, debe servir para ampliar la cooperación en el tema de salud, de educación, de cultura, deportivo y no para promocionarse.

Recordó que el gobierno de Raúl Castro ofrece un número muy importante de becas para que jóvenes mexicanos de bajos recursos económicos estudien medicina en aquella nación.

Es decir, recalcó, un país con problemas económicos abre las puertas de sus universidades a estudiantes mexicanos, por lo que cabe preguntarse cuántas becas da México a cubanos.