El aspirante del PAN al gobierno de Jalisco, ligado a la ultraderecha
Lunes 2 de abril de 2012, p. 33
Guadalajara, Jal., 1º de abril. Con la propuesta de defender desde todos los ángulos los fundamentos tradicionales de la familia
, Fernando Guzmán Pérez Peláez, candidato del PAN a gobernador del estado, irrumpió hoy en el paseo ciclista dominical en el centro de la ciudad junto con un grupo de simpatizantes y parte de su numerosa familia, que incluye 11 hijos. A continuación, los Guzmán se trasladaron a misa para la celebración del Domingo de Ramos.
Que esté prohibido el uso de un espacio de recreo –como el paseo ciclista– para hacer proselitismo político, según el artículo 13 del reglamento municipal, es una nimiedad jurídica para alguien como él, que encabezó desde su puesto de secretario de Gobierno estatal, las controversias constitucionales presentadas por el actual gobierno de Emilio González Márquez contra los matrimonios entre parejas del mismo sexo o contra el aborto en cualquiera de sus modalidades. Controversias perdidas, por cierto.
El abogado, nacido en el Distrito Federal en 1956 y panista desde 1984, es el más experimentado de los políticos en la contienda por la gubernatura jalisciense. El ex diputado local y federal, además de haber transitado los cinco años anteriores como secretario de Gobierno de Jalisco, tuvo ese mismo cargo durante el primer sexenio panista en el estado, con Alberto Cárdenas Jiménez (1995-2000). Antes coordinó en Jalisco la campaña presidencial de Manuel Clou-thier, El Maquío.
Ligado desde su juventud a organizaciones de ultraderecha, como la Asociación Desarrollo Humano Integral y Acción Ciudadana (DHIAC), de la que fue presidente, Guzmán también ha sido mencionado en numerosas investigaciones periodísticas como parte de la cofradía secreta panista de El Yunque.
El panista ha mantenido viva una investigación sobre el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, ocurrida en el aeropuerto de Guadalajara en mayo de 1993, con la teoría compartida con el cardenal Juan Sandoval Iñiguez –que incluye el pago desde el gobierno de honorarios mensuales desde hace varios años al abogado José Antonio Ortega Sánchez, que lleva el litigio– de que la muerte fue complot y no un caso de fuego cruzado, como han sostenido consecutivos procuradores generales de Justicia.
Casado con María Natividad de Anda, Guzmán tiene 11 hijos (siete mujeres), todos nacidos en Jalisco, que ha sido su lugar de residencia desde la década de los 80. Su esposa participa activamente en manifestaciones contra el aborto o para buscar blindar
a la familia tradicional de conceptos más abiertos sobre tal unión civil.
Aunque las organizaciones civiles lo señalan como un hombre cuya religiosidad lo lleva a la intolerancia, tales rasgos forman parte de un capital político que Guzmán explota ahora en su carrera por la gubernatura, apalancado también en la cercanía que tiene con el gobernador González Márquez, quien le permitió hacer campaña prácticamente desde que inició el sexenio.