Pekín, 31 de marzo. La policía china detuvo a mil 65 sospechosos y borró más de 208 mil mensajes dañinos durante la campaña contra Internet que lleva a cabo desde mediados de febrero, anunció hoy la agencia de noticias oficial Nueva China.

Los operadores de más de 3 mil sitios recibieron advertencias en el marco de esta campaña, que apunta contra el contrabando de armas, el tráfico de drogas y productos químicos peligrosos y la venta de órganos humanos e informaciones personales.

El gobierno chino anunció importantes restricciones sobre el uso de microblogs, el cierre de varios sitios de Internet y la detención de personas acusadas por haber propagado rumores de golpe de Estado.

Los dos principales servicios de microblogs chinos, Sina Weibo y Tencent QQ, suspendieron la posibilidad de que internautas hagan comentarios en línea, en apoto de la lucha contra rumores perniciosos.

Los dos grupos afirmaron que la medida se mantendrá hasta el 3 de abril, en momentos en que las autoridades muestran nerviosismo creciente frente a la ola de críticas que circulan por los microblogs, que según algunos analistas juegan un papel esencial para modelar la opinión pública.

Los rumores

En días pasados, en la red, se informó que varios vehículos militares entraron a Pekín, la capital, y algunos medios internacionales señalaron que se trataba de un posible golpe de Estado.

Sin embargo, en la capital no hubo movimientos de tropas.

En ese sentido, autoridades chinas impusieron el cierre de 16 portales y arrestaron a seis personas por crear y propagar rumores, anunció China Nueva.

Según la policía, se acusó a dichos portales de haber señalado la entrada a Pekín de vehículos militares.

Siempre según la corporación, un número indeterminado de usuarios de la red fueron amonestados y educados por haber difundido esos rumores.

China, donde la prensa está controlada por el Estado, cuenta con 500 millones de internautas.

Teóricamente, desde el 16 de marzo es imposible abrir una cuenta de microblog bajo un seudónimo, aun cuando la medida parece no ser aplicada de manera sistemática.

El Partido Comunista Chino, único en el poder, ha seguido con mirada inquieta la primavera árabe, sobre todo por el papel que jugaron las redes sociales como herramienta de movilización rápida y anónima para los militantes prodemocracia.