Rodrigo Ímaz inauguró muestra en la Escuela Nacional de Artes Plásticas
la racionalidad absoluta de Occidente, devastadora y asociada al poder
Jueves 29 de marzo de 2012, p. 5
La exposición Proyecto invisible, de Rodrigo Ímaz, inaugurada ayer en la Galería Luis Nishizawa y su jardín, de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP), reúne piezas donde el artista cuestiona la relación del ser humano con la naturaleza, sometida por las nuevas tecnologías, la razón y el progreso.
Rodrigo Ímaz toma ideas, elementos y aspectos de diferentes lugares para mostrar los vaivenes emocionales y racionales a los que se enfrenta en la cotidianidad: violencia, poder, crisis, devastación, pérdida de valores, desapego, todo lo cual desemboca en una ceguera absoluta de la realidad.
Durante el acto, Ímaz señaló que detrás de la exhibición hay una crítica hacia la lógica occidental; creo que estamos cometiendo muchos errores, lo único que intento es preguntar si está bien, no busco respuestas; tampoco quería afirmar qué es correcto y qué no lo es. Simplemente presento una serie de preguntas a Occidente y hacia la racionalidad absoluta que de pronto resulta devastadora y se asocia con el poder
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Agregó que está convencido de la necesidad de transformar el mundo, aunque reconoció que no es fácil cambiar la realidad.
Vicente Jurado, coordinador del Taller de producción e investigación gráfica en la ENAP, expresó que Rodrigo Ímaz construye ideas en diferentes soportes: dibujo, pintura, escultura, instalación y cortometrajes para mostrar lo invisible. Es un artista que interactúa con la filosofía y el cine, pero siempre tendrá como punto de partida el dibujo
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En opinión de Gonzalo Ortega, quien escribió el catálogo de la exposición, ser artista significa –para Ímaz– desarrollar una especie de técnica que le permite zambullirse en procesos creativos, pero siempre con la posibilidad de distanciarse para evocar conceptos invisibles, como amor, lenguaje y arte.
En la muestra, Ímaz presenta un pirograbado en madera con la figura de un hombre que físicamente está impedido para ver, pero cuenta con otros recursos que le permiten percibir el mundo de una manera más profunda. Esa obra refleja aquello que rehúye a ser visto y se diluye como el agua.
Mediante las obras Jaula melancólica y Jaula viva y raíces, el artista refleja la deshumanización de la sociedad y cuestiona si es posible vivir sin la televisión en las pinturas Sobre de la libertad y TV Guy.
Al explorar la temática de lo invisible, el artista se refiere a la posibilidad de ver y a la imposibilidad de realmente mirar lo que sucede a nuestro alrededor. Con una visión autocrítica revela cómo la persona destruye la naturaleza y cómo vive atrapado en un juego de poder, donde la libertad se convierte en algo efímero que depende del dinero y el poder.
Rodrigo Ímaz, como lo haría un ciego, se aventura para percibir el mundo y la naturaleza tal y como son, señala en el catálogo el también artista Gonzalo Ortega.
La apertura de la muestra Proyecto invisible fue encabezada por el director de la ENAP, José Daniel Manzano Águila; el secretario general, Mauricio de Jesús Juárez Servín, y la directora de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México, Rosaura Ruiz.
Proyecto invisible concluirá el 20 de abril en la Galería Luis Nishizawa de la ENAP (avenida Constitución 600, barrio de la Concha, Xochimilco).