Zacatecas, Zac., 27 de marzo. Una escultura de arte sacro considerada invaluable, denominada Ecce Homo (éste es el hombre, según la traducción del latín), también conocida como El Divino Preso, fue robada de la antigua capilla de Bracho, en la ciudad de Zacatecas.

Así lo informó Manuel González, cronista del estado de Zacatecas, durante la conferencia de prensa efectuada para dar a conocer el programa de la Procesión del silencio, donde precisamente El Divino Maestro es una de las imágenes religiosas que se sacan de los templos para recorrer las calles de la ciudad, la noche del Jueves y Viernes santos.

Sin embargo, de manera inesperada, Manuel González reveló que apenas el pasado jueves fue robada la escultura de madera, de aproximadamente 80 centímetros de altura.

La obra, que data de 1900, fue restaurada en fechas recientes. El robo se perpetró entre la noche del pasado jueves y la madrugada del viernes, cuando un grupo de delincuentes ingresó al templo y sustrajo la obra que iba a ser mostrada de nuevo en la Procesión del silencio durante esta Semana Santa, en la capital de Zacatecas.

Ecce Homo, escultura de madera también conocida como El Divino Preso, que se utilizaría para la Procesión del silencioFoto Alfredo Valadez

Acaba de ser sustraída ilícitamente una escultura que apenas el año pasado había sido restaurada por el gobierno del estado. Es el robo de un legado importante para el pueblo de Zacatecas, manifestó Manuel González.

La escultura en madera había sido restaurada a mediados de 2011 por un fraile franciscano, en el convento de Guadalupe, municipio conurbado a la capital dedel estado.

Ecce Homo “estaba en la sacristía del templo de Bracho; la escultura tiene 100 años y está tallada completa en madera, con aplicaciones de yeso y pintura, y si alguien la ve (sic), les pedimos que lo reporten a las autoridades correspondientes.

“La figura fue robada la noche del jueves 22, en la víspera de la llegada de Benedicto XVI, y éste es un llamado de atención para tener más cuidado con ese patrimonio que nos corresponde a todos los zacatecanos.

Su importancia es inestimable; tiene un valor histórico, económico invaluable, reiteró Manuel González.