Singapur, 23 de marzo. Reducir el nivel de nicotina y/o prohibir la venta de cigarros tendrán que ser las próximas medidas para avanzar en la erradicación del tabaquismo en el mundo, advirtieron académicos y activistas de organizaciones civiles.

Una vez que los países logren aplicar de manera consistente el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT), promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y al cual se han adherido más de 170 países, lo que sigue es lograr que el acto de fumar se vea como una conducta aberrante e indeseable, señalaron.

Para ello, los gobiernos deberán mantener una política firme de control. En el penúltimo día de sesiones de la 15 Conferencia Internacional sobre Tabaco o Salud, los expertos, académicos e integrantes de organizaciones de la sociedad civil de Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda y Singapur presentaron los resultados de diversas encuestas, las cuales coinciden en el apoyo de los fumadores y no fumadores a imponer regulaciones que obliguen a la industria a disminuir el contenido o incluso eliminar la nicotina de los cigarros, que es una sustancia altamente adictiva.

Durante la sesión que convocó a cientos de delegados, los expertos anticiparon que por plantear esta posibilidad se les considerará entre peligrosamente radicales o visionarios, pero es necesario que los gobiernos adopten medidas adicionales para desincentivar el consumo y eso podría llegar hasta la prohibición de la venta de cigarros.

Otro tema que llamó la atención en la conferencia fue el de la batalla que libran los ministros de Salud y de Finanzas. Los primeros, para impulsar medidas estrictas de control, que incluyen el aumento en los impuestos a los cigarros, y los segundos, que con el argumento de la protección de empleos y el crecimiento de las inversiones generalmente abogan en favor de los intereses de la industria tabacalera.

Los especialistas ubicaron en este tema un reto a vencer en la lucha contra el tabaquismo, pues, subrayaron, está más que comprobado que el incremento en el precio de los cigarros es una de las medidas más efectivas para desalentar el consumo, principalmente entre los jóvenes.

Sobre las encuestas realizadas para conocer la percepción de la sociedad sobre la posibilidad de disminuir el contenido de nicotina en los productos del tabaco, los académicos y activistas detallaron que a los participantes de las investigaciones se les explicó que el objetivo sería que si los menores de edad se inician en el hábito de fumar, eviten el riesgo de desarrollar dependencia o adicción.

Los entrevistados dijeron estar de acuerdo con una medida de este tipo y también si tiene la finalidad de ayudar a dejar de fumar.

Richard Daynard, de la Universidad Northeastern de Estados Unidos, señaló que bajar el nivel de nicotina de los cigarros favorecería la libertad de elección, lo que no sería del agrado de la industria tabacalera. Los empresarios reconocen que su negocio se terminaría si el cigarro no fuera adictivo y la cuestión es, dijo, si a pesar de ello estarían en favor de la libertad de elección de las personas.

En términos de la salud, es innegable la diferencia que se generaría con la prohibición de la venta de productos del tabaco. Para 2018 no habría nuevos consumidores; lo normal para los individuos nacidos en este siglo sería una vida libre de humo, mientras para los adultos fumadores el mejor control estaría en las leyes y reglamentos.

Nueva Zelanda es uno de los países que se encaminan en esta ruta, explicó Richard Edwards, de la Universidad de Otago, en Wellington. Aunque el gobierno ha omitido determinar una fecha para alcanzar la erradicación del tabaquismo, se ha planteado como meta que para 2025 los fumadores representen menos de cinco por ciento de la población. Actualmente, la prevalencia de consuno de tabaco en esa nación es de 21 por ciento, indicó.

Para otros países como Singapur, que también se distingue por una política fuerte en contra del tabaquismo, la posibilidad de limitar la disponibilidad de los cigarros y ya no permitir su exhibición y venta en el área de cajas de las tiendas de autoservicio es un tema que se empieza a discutir. El propósito es terminar con esa imagen de que el consumo de estas mercancías es normal e igual a que si se va a comprar cualquier otro artículo.