La Habana, 23 de marzo. Cuba está abierta al intercambio de ideas y escuchará con todo respeto al papa Benedicto XVI, dijo hoy el canciller Bruno Rodríguez, al reaccionar a la declaración del pontífice de que la ideología marxista, tal como fue concebida, ya no responde a la realidad. El ministro de Relaciones Exteriores cubano encabezó la apertura de la sala de prensa para la visita del pontífice, que se iniciará el lunes próximo.

En el vuelo que lo llevó de Roma a León, Benedicto XVI respondió una pregunta de la prensa sobre la frase de Juan Pablo II al llegar a La Habana en 1998 (que Cuba se abra con todas sus magníficas posibilidades al mundo y que el mundo se abra a Cuba).

El Papa consideró que esas palabras aún son pertinentes y advirtió que con su visita a la isla se ha abierto un camino de cooperación y diálogo; un camino que es largo y requiere paciencia, pero que va hacia delante.

Ahí habló del marxismo, del que dijo que no tiene respuestas para la construcción de una nueva sociedad, y agregó: Deben ser encontrados nuevos modelos, con paciencia. Este proceso requiere paciencia, pero también decisión, queremos ayudar en un espíritu de diálogo, para ayudar a construir una sociedad más justa. Queremos cooperar en este sentido. Es obvio que la Iglesia está siempre del lado de la libertad: la libertad de conciencia, la libertad de religión.

Consultado sobre la evocación del marxismo, el canciller cubano respondió que respetamos todas las opiniones. Agregó que el pueblo cubano tiene hondas convicciones, desarrolladas a lo largo de toda nuestra historia y recordó que el papa Juan Pablo II valoró al bloqueo estadunidense contra la isla caribeña como medidas económicas impuestas desde afuera, injustas y éticamente inaceptables, una posición que en esencia mantiene el Vaticano.

Bruno Rodríguez después describió así al modelo cubano: Muestra una obra construida, está abierto al intercambio de ideas, es un proyecto social democrático, escogido genuinamente, que se encuentra al mismo tiempo en constante perfeccionamiento.

Luego el canciller fue preguntado sobre las declaraciones de Benedicto XVI de la libertad y respondió que el pueblo cubano ha tenido que defender su libertad e independencia en las más difíciles condiciones. Es uno de los valores más preciados que inspira al proyecto social que construimos y que perfeccionamos cada día.

En alusión a las ocupaciones de templos y declaraciones opositoras en la isla, aseguró que quienes pretendan obstaculizar esta visita apostólica con manipulaciones políticas, fracasarán, porque los cubanos acogerán al Papa con profundo respeto y civismo.

Además, citó coincidencias entre la política cubana y del Vaticano: “La búsqueda de la globalización de la solidaridad (…) del ejercicio de los derechos humanos para todos”, así como la lucha contra la pobreza y la exclusión, la búsqueda de un orden internacional democrático y equitativo y, en particular, la defensa de la paz.