on Norberto Rivera, además de desempeñarse como arzobispo de la ciudad de México, ejerce de clarividente en sus ratos libres. Los lectores seguramente ya no recuerdan cuando con motivo de la elección del actual pontífice de la Iglesia católica dijo que los encargados de realizarla recibían directamente del espíritu santo el nombre del favorecido. Ahora refrenda esa clarividencia al sostener que la virgen de Guadalupe es la anfitriona de quien inicia hoy su visita a México. Además, pidió a su feligresía recibir a Benedicto XVI con la cálida hospitalidad que nos caracteriza.

De la hospitalidad, ni duda. Pero sí de la forma de expresarla, especialmente por parte del gobierno. Aunque se afirma que el Papa viene en visita pastoral, no de Estado; que trae un mensaje de amor para todos, más de 13 mil agentes se encargan de su seguridad por medio de un operativo policial jamás visto en nuestro país y tampoco en el resto del mundo. El mensajero de la paz y la esperanza, resguardado por una guardia pretoriana coordinada por el Estado Mayor Presidencial, con el encargo de que no corra ningún peligro y salga sano y salvo a Cuba el domingo próximo.

También en 16 narcomantas le da la bienvenida la banda de asesinos que trae de cabeza a la población y al gobierno en varias entidades del centro de la República. Los Caballeros Templarios se deslindan de cualquier acción bélica, no somos asesinos, bienvenido el Papa. Bienvenido el Papa a Guanajuato, los Caballeros Templarios aceptamos la tregua solicitada por el Arzobispo de León. Sí, por Guadalupe Martín Rábago, quien asegura que el Papa no corre peligro alguno.

Visita de amor, paz, reconciliación, pero no para escuchar a las víctimas de pederastia clerical, porque, como explicó la Conferencia del Episcopado Mexicano, los obispos no recibieron ninguna carta de las víctimas pidiendo esa reunión. Entonces, por favor que no digan que los obispos no quisieron, aclaró el episcopado. Torpe manera de ocultar lo inocultable: documentos suficientes muestran que el anterior y el actual dirigente de la Iglesia católica supieron a tiempo de los desmanes de uno de sus mayores depredadores sexuales: Marcial Maciel, el Amadísimo Padre, el casi santo fundador de los Legionarios de Cristo. Con esa torpeza, la jerarquía eclesiástica refrenda su alianza con los poderosos intereses económicos y políticos que protegen y animan a dicha legión.

Visita pastoral durante la cual, según el embajador de México ante el Vaticano, el licenciado Calderón dialogará con Benedicto XVI sobre la agenda no negociable de este último: la vida, la familia (la única), el aborto, la eutanasia, la investigación con células madre, la píldora del día después, la libertad religiosa. La agenda de un cruzado.